𝘼𝙣𝙜𝙚𝙡||𝙏𝙝𝙚 𝘾𝙤𝙣𝙟𝙪𝙧𝙞𝙣𝙜

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ARLET WARREN

El video terminó y papá volvió a hablar.

—luces, logramos que la iglesia mandara un sacerdote para bendecir la casa y a los habitantes, lo que invadía ese departamento no lo hizo más, ¿Alguna pregunta?— miré el público y había muchas manos levantadas, amo venir a escuchar las charlas de mis padres—emm, ¿Si?— señaló a una persona al hazar.

—¿Donde está la muñeca ahora?—

—la tenemos en un lugar seguro— respondió mamá.

Volvieron a señalar a otro.

—¿Quien es Arlet?—

—Arlet es nuestra hija mayor— papá señaló con su mano el lado derecho del escenario en donde estaba sentada al final junto a la pared, saludé con la mano al ver que todos me observaban—¿Si?—

—¿Y ustedes que son? ,Es decir, ¿Como los llaman? —

—nos han llamado demonologos, un término adecuado, cazadores, investigadores  paranormales—

—locos— añadió mamá causando la risa de todos, incluida la mía.

—chiflados— siguió papá.

—pero preferimos que solo nos llamen Ed y Lorraine Warren—

[...]

—¿que hizo ahora señorita Warren?— el director soltó un suspiro al verme entrar a su oficina junto a la profesora de historia y uno de mis compañeros.

—solo tengo para decir que no fue mi culpa— me excusé rápidamente levantando las manos.

—¡si lo fue!, ¡esa loca se lanzó sobre mi a golpearme!— gritó el idiota.

—profesora...— 

—Stuart comenzó a molestar a Warren hablando mal de sus padres y Warren lo golpeó— el director asintió.

—muy bien, vuelva al salón profesora— la mujer asintió y se fue de la oficina—Stuart tu también, en el receso te quiero aquí— el imbécil me miró burlonamente y se fue—Warren, te lo advertí hace menos de una semana, sabías las consecuencias de volver a causar problemas, no puedo hacer nada más por tí, lo siento...—

[...]

—¡¿EXPULSADA?!— papá casi se desmaya al leer el documento que me había dado el director.

—¿por que?— preguntó mamá con la típica calma que la caracteriza mientras se acercaba a papá para leer.

—tres peleas en menos de dos semanas, tu no eres así, ¿desde cuándo golpeas a tus compañeros?— papá trató de calmarse y me miró.

—desde que me molestan por no ser normal, desde que saben de quienes soy hija— los miré con los ojos cristalizados, llevaba años guardando todo ese dolor en mí—desde que grité porque había un espíritu a mi lado en clase, desde que me comenzaron a decir loca—

—hija...— ambos se acercaron y me abrazaron, comencé a llorar en los brazos de mis padres, me derrumbé delante de ellos...

[...]

—señor Winston— veía como mamá y Judy le daban de comer a las gallinas, sentí una mano apoyarse en mi hombro, di un pequeño saltito y vi a papá, el sonrió al ver que me asustó—¿a donde vas?— le preguntó mamá.

—iré a la tienda a comprar unas cosas— lo miré con la ceja alzada, ¿acaso cree que nos puede engañar?.

—¿para que te esfuerzas?—

—¿que?, ¿de que hablas?—

—en 15 años no me has podido mentir...—

—el padre Gordon dijo que tiene un caso y quiere asistencia, dije que iría yo mismo— mamá salió del gallinero—Lorraine, voy yo, ¿si?—

—voy contigo— caminamos los tres hacía el auto, yo también quiero ir—Ed se que te preocupa que vuelva a pasar—

—es verdad, me preocupa— abrió la puerta del auto—tal vez deberíamos hacer una pausa, escribir el libro—

—¿que me dijiste en nuestra noche de bodas?—

—¿que si lo hacíamos de nuevo?— fingí una arcada.

—iug, no quería saber esa información— ambos reprimieron una risa.

— después de eso— ambos se rieron.

—dijiste que dios nos había unido por una razón, ¿no?, algo me dice que no fue para escribir un libro, me voy a arreglar— mamá se fue y yo miré a papá con una gran sonrisa.

—ni lo pienses jovencita— solté un bufido.

—pero quiero ir— hice un puchero.

—no irás, no quiero exponerte al mal— exageró.

—te apuesto a que ni siquiera esta embrujada— me crucé de brazos.

—¿que quieres apostar?— me miró divertido.

—si no está embrujada la próxima vez que surja un caso me llevarán y me debes comprar chocolates—

—¿y si esta embrujada?—

—te haré el pastel de chocolate que tanto te gusta—

—sabes como sobornarme niña— revolvió mi cabello y yo me quejé—ahora ve con Judy y cuídala hasta que volvamos— besé su mejilla y comencé a caminar.

—¡quiero mis chocolates cuándo vuelvan!— escuché la risa de papá.