La obsesión (Kisaki Tetta x Lectora)

Capitulo 11

Advertencia: si usted es una persona muy sensible con el tema de coito agresivo por favor salte el pinche capitulo (quiero verlas escribiendo, nada de calladitas🕴🤨)

Al despertar me estire un poco sobre la cama y di media vuelta para así mirar a Kisaki el cual estaba profundamente dormido aún, se veía tan tranquilo y adorable, su cabello desordenado y su entrecejo no tan arrugado, mi mano se poso sobre su mejilla acaricandola suavemente

— Eres estúpidamente hermoso...–susurre y me acerque un poco más a el, mis labios se presionaron levemente contra los de él dándole un suave beso, el hombre un poco incomodo por moverme tanto frunció su ceño y se acomodo boca arriba en la cama descubriendo un poco su cuerpo por el calor, cuando se destapó ligeramente mi mirada se poso a la parte baja de su cuerpo, bajo las cobijas se podía apreciar un pequeño montículo– ¿que estás soñando?...

¿Sería muy descortés de mi parte dejarlo así?... podría vengarme por lo que había hecho la otra vez, una pequeña sonrisa se dibujo en mis labios y sin pensarlo dos veces me metí bajo las cobijas quedando en medio de sus piernas, su bóxer se veía apretado y su miembro estaba empujando la tela con fuerza buscando su libertad, mis manos se acomodaron sobre sus muslos subiendo poco a poco hasta llegar al elástico del bóxer y así bajarlo poco a poco hasta dejar su fuerte erección al descubierto, una vez liberada golpeó el abdomen de Kisaki, la punta era bonita, en sí era un pene muy bonito, su punta rosada y con pequeñas venas sobresaliendo al rededor.

En la punta tenía un poco de ese líquido pegajoso y ligeramente blanquecino, sin más tome su miembro y lo llevé a mi boca, era jodidamente caliente y obviamente no podía meterlo entero así que solo metí menos de la mitad y con mi mano frotaba muy suavemente el resto que no podía meter en mi boca, mi legua pasaba por la punta y en ciertas partes del tronco que tenía en mi boca, de parte de Saki escuchaba ligeros jadeos o quejidos que daban indicio a que estaba despertando

— Que...que demo...–de sus labios se escapó un gemido el cual ahogo mordiendo su labio, retiro bruscamente la cobija y sus mejillas se tornaron de un rojo fuerte– ¿¡Que mierdas haces allá abajo!? –su mano se posó sobre mi cabeza alejándome de su miembro–

— Déjame seguir por favor –con mi mano continúe frotando su tronco y poco a poco subía para consentir su glande, de su boca se escapó un leve gruñido y aparto su mano de mi cabeza recostandose este en la cama–

Al ver que tenía su aprobación la fémina no dudo en darle una larga lamida que empezaba desde la parte baja de su tronco hasta la punta llena de presemen, se veía bastante apetitoso ante sus ojos, con su mano frotaba el tronco y su boca se concentraba más que todo en esa zona tan sensible de su polla, el chico tenía sus manos apretando las sábanas para no hacer alguna estupidez que la fuera a molestar ya que en ese mismo momento tenía ganas de meter su todo su pene en esa pequeña y dulce boca que tanto le estaba generando placer. La chica volvió a meter su miembro dándole una mamada mientras que su mano frotaba esas partes que no alcanzaba, Kisaki tenía su mirada fija al techo soltando uno que otro gemido, no aguanto más y llevo su mano a la cabeza de la joven tocando ese hermoso cabello, con su mano hizo una coleta improvisada y empujo su cabeza aun más adentro, la chica tenía sus ojos llorosos y borrosos por la presión pero esta fue breve ya que solo lo hizo para correrse directamente en su garganta

— Mierda...perdón perdón –saqué su miembro de mi boca torciendo un poco por la presión anterior, sentí como su mano romo mi muñeca y me acomodo sobre su cuerpo poco a poco, limpió la comisura de mis labios con delicadeza y me dedico una dulce sonrisa– eres tan hermosa...¿podría hacer lo mismo contigo? Promento no hacer lo mismo que la otra vez cariño...