La obsesión (Kisaki Tetta x Lectora)

Capítulo 12

Ya eran las 12 de la tarde, ambos estábamos boca arriba sobre la cama intentando de regular nuestra respiración, ella estaba con los ojos cerrados y sus piernas temblando, su cuerpo tenía varios mordiscos, chupetes y su cabello estaba un poco desordenado, yo tampoco me quedaba atrás, sabía que mi espalda estaba hecha tiras después de esa hermosa revolcada mañanera

— ¿Quieres otra ronda? –le pregunte para molestarla un poco, yo realmente no podía hacerlo más, mi pene estaba pidiéndo piedad–

— Yo no tengo problema alguno

Cuando ella se volvió a acercar lo más que hice cubrirme con las sabanas mirando a mi pareja sorprendido de su resistencia

— Era mentira... –le dije en susurro y ella solo se hecho a reír en la cama, se acostó a mi lado y extendió sus brazos a lo que yo me acerqué acomodando mi cabeza en medio de sus pechos–

— Ya sabía...solo quería molestarte un poco Saki –su mano acaricio mi cabello con suavidad y sus dedos pasaban por esas zonas en las cuales no tenía cabello, esos pequeños masajes me encantaban– Tengo hambre...

— Son las 12 de la tarde y no hemos desayunado...me siento tan irresponsable por que dije que no te ibas a saltar las comidas y te saltaste la más importante del día

Mi ceño se frunció un poco y levante un poco mi rostro para dejarle un suave beso en el medi de sus pechos, me levanté de la cama y me senté en la orilla

— Iré a preparar el almuerzo linda

— No, aún no...vamos a bañarnos si? Me siento sucia y hueles horrible

— Olemos horrible

La ayude a levantarse de la cama y nos fuimos a la ducha, a la mitad del camino no me quedo otra opción que cargarla ya que decía que le dolía caminar, una vez en la ducha la deje en la tina pero no la llene, solo la usaría para que ella no se levanté.

— Mientras tu te bañas yo iré a cambiar las sabanas y ponerme un bóxer ¿si?

Ella asiento y salí del baño para irme a la habitación a colocarme un bóxer, me daba igual estar así en mi casa ya que estaba en uno de esos días libre pero sabía que más tarde tenía unos asuntos que arreglar con una pandilla que estaba rompiendome las pelotas.

Quite las sábanas sucias, las fundas de almohadas y la cobija, las lleve a la lavandería y de ahí mismo tome unas fundas blancas, una sabana blanca y una cobija grisácea, las lleve a la habitación y acomode todo como debía, limpie un poco el suelo el cual tenía varias envolturas doradas de los condones y los mismos condones con nudos llenos de ese líquido blanco, los fui a botar al baño y de camino me quede ahí mirándo como esta se bañaba con tranquilidad, tallando su cuerpo con la mayor delicadeza posible

— Déjame lavar tu cabello corazón  –me dio una de esas amables sonrisa que siempre me mostraba cuando iba al bar, me acerque a ella y moje su cabello con agua tibia, estaba en el punto perfecto, una vez húmedo verti el líquido en su cabello y procedí a darle pequeños masajes en su cabeza tallando su cabello suavemente– eres un encantando ¿lo sabías? 

— Deja de darme halagos de la nada Saki...me pones nerviosa

— ¿Oh? Pensé que te habías acostumbrado a eso preciosa

Esuche su dulce risita, esa risa que me daba años de vida con solo escucharla, solo verla a ella conmigo me producía una paz inexplicable. Una vez ella termino de tallar su cuerpo con la esponja vertió agua tibia en su cuerpo y cabello quitando los excesos de jabón líquido para el cabello me levante y tome dos toallas una para su hermoso cabello (...) y otra para envolver su suave y delicado cuerpo, la cargue en mis brazos y la lleve hasta la habitación dejándola sobre la cama, cuando se iba a levantar para vestirse la mire casí suplicante para que me dejara vestirla