Y heme aquí
Herido que no caído,
Ante este gélido y silencioso muro
Que has impuesto entre los dos,
Intentando dilucidar
Qué fue lo que te impulsó
A edificar tal barrera.
Esta incertidumbre
Se ha materializado en filosas dagas,
Cuyo frío acero
Se ha clavado en mi interior,
Derramando mi latiente órgano
Sangre sin pudor.
Invoco tu nombre...
Tu silencio me responde
Con invernal indiferencia,
Cáustico desdén
Que inflige mil llagas
En todo mi ser.
Acaso...
Te encuentras bajo el influjo
De la hechicería
De algún tétrico personaje
Infame encantamiento
Que amordaza tus palabras para mí.
Un atisbo de esperanza...
En la muralla
Un pequeño resquicio
Por el cual asoma
Tu centelleante ojo.
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Poemas de amor: surgimiento y caída
PoetryLetras escupidas por ese órgano que se inflama y sangra con la misma facilidad. Que es mordido, apuñalado, amado, pisoteado, acariciado, desdeñado, pero no detiene su quejoso andar.