No me pidas que desvíe la mirada
Si resuelta se adhiere a tu silueta
Si obstinada, posesa
Se fusiona con la tuya
No me pidas que te mire de otro modo
Si tercos mis ojos
Persisten inamovibles,
Si necios, pegajosos
Mutan en centinelas presurosos de tus pasos
¡Ya te digo!
No me pidas:
¡Deja de mirarme así!
O disuelve mis retinas con un beso.
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Poemas de amor: surgimiento y caída
PoetryLetras escupidas por ese órgano que se inflama y sangra con la misma facilidad. Que es mordido, apuñalado, amado, pisoteado, acariciado, desdeñado, pero no detiene su quejoso andar.