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Taehyung bajó un poco la luminosidad de la luz mediante al interruptor. Aún con poca claridad, podía ver a la perfección lo que estaba haciendo.

—De verdad que los demás artistas deben de amar la pintura tanto como tú lo haces —comentó Jungkook tirado en el sofá—. ¿No te molesta bañarte de pintura?

Un verdadero artista debe de aceptar la pintura, aun si te manchas —respondió sin mas—. Pero no son todos a quienes les gusta mancharse. Hay muchos que lo detestan.

—Entonces tú serías un gran ejemplo a seguir para muchos.

Eso provocó una pequeña sonrisa en Taehyung.

—¿No crees que ya es muy tarde para que trabajes con pintura? Son más de las doce.

—Debo de entregar esto para mañana en la tarde. Igualmente no me queda tanto por hacer.

—Si no te queda tanto, entonces puedes terminarlo mañana. Eres muy rápido en tu trabajo.

—Pero debo de...

Taehyung ni había terminado de hablar cuando Jungkook se levantó del sofá y cogió su pincel para ponerlo encima de un vaso plástico.
Así mismo cogió sus manos y las miró.

—Debes descansar. Mañana si quieres, puedes levantarte temprano y lo terminas, pero no te sobreesfuerces de más.

El menor no tenía más opciones que obedecer ya que tenía razón. Por más que Taehyung deseaba seguir, debía descansar. Aún más cuando se sentía tan cansado que si es por su lado persistente, ni podía descansar hasta acabar con su trabajo.

Y Jungkook le hizo entender de que no siempre podías forzar las cosas.

Taehyung buscó otro cambio de camisa, se cambió en el baño tras limpiar muy bien sus manos y finalmente apagó las luces para acostarse en su cama.

Pero volvíamos al mismo problema de hace nueve meses.

No se movía de la cama, mantenía su mirada fija en el techo y de vez en cuando cerraba los ojos esperando que el sueño le llegara. Claramente era un intento fallido.

Jungkook notaba que Taehyung seguía despierto por sus ojos brillosos aún estando en oscuridad total. Y se atrevió a preguntar:

—¿No puedes dormir? —el peliazul de reojo lo observó hasta que devolvió nuevamente su mirada al techo.

—No.

—¿Es por el trabajo?

—No —volvió a negar.

Taehyung podía alejar los pensamientos de sus trabajos con el sueño, porque sabía que no era saludable para él mentalmente, al igual que física.

—¿Entonces?

—¿Estás cómodo en el sofá? —evadió la pregunta.

—Taehyung, no me puedo quejar porque me estás dando más de lo que merezco.

Lo pensó una y otra vez, mirando el lado vacío de su cama y luego hacia el de mechas azules que seguía viéndolo. Finalmente llegó a una decisión.

—¿Quieres dormir conmigo?

Fue muy franco en su pregunta, ni siquiera había titubeado o pensado por tanto tiempo.

Inmediatamente ambos se quedaron en un inmenso silencio. Jungkook por su parte, se incorporó en el sofá y masajeó su cuello.

Era poco creíble que Kim Taehyung le pudiera dormir con él.

Stay; KookTaeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora