Amigos

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Desperté un poco adolorido el siguiente día, tenía un dolor constante aún me daba vueltas la cabeza a pesar de llevar un vendaje en esta, además tenía unos cuantos golpes y raspones por todo el cuerpo, estaba en la enfermería de la academia no había como había llegado ahí la reconocí por las camas continuas y ese olor extraño de hospital no había nadie al rededor de pronto entro una enfermera algo vieja y malumorada
—como te sientes— dijo ella mientras revisaba mi cabeza

—bien solo algo adolorido— respondí mientas emití un quejido

—entonces te dejare descansar y le diré a tus amigos que estas bien— La enfermera salio sin decir nada mas.

Yo estaba extrañado por que no recordaba aver hecho algún amigo, o el golpe fue demasiado fuerte? Me cuestione a mi mismo; alguien abrió la puerta mientras estaba hundido en mi pensamiento, entro un joven agachándose su apariencia era imponente era algo mayor, alto como de 2metros y medio de altura si es que no mas, se veía con una expresión de pocos amigos se acerco frente a mi cama
con su gruesa voz —estas bien—

yo perplejo asentí con la cabeza

—ten mas cuidado con los combates de practica aún no son de vida o muerte— mientras el reía

Escuche otra voz más débil —en verdad lo siento, perdóname no era mi intención—

Reconoci esa voz era la de la princesa de hielo pero donde estaba no podría verle, salió detrás del grandulón y como lo había mencionado era de tez clara con ojos azules su cabello dorado, delgada y sin embargo también pequeña.

—Soy Fernán Reedom y  la pequeña es Angi Wolf— dijo el grandulón cortes y alegre.

—PEQUEÑA!— Exclamó Angi con una voz seria y su mirada fría.

— Lo siento— titubeo Fernán bajando la cabeza y sonriendo

Angi dijo con una tierna voz y un gesto de resignación —descuida, solo no me llames wolf—

Yo extrañado solo los observaba en silencio mientras ellos hacían rabietas los interrumpí en la primera oportunidad que tuve y me presente....

Fernan me comentó qué el practicaba con regularidad con Angi y por eso ella era tan buena en combate, mientras Angi solo se limitaba a reír por lo bajo, me invitó a practicar con ellos ya que así se habían conocido. Después de ese día en la enfermería me pase mas tiempo con ellos, pasaron meses y cada día los conocía más a mis nuevos amigos

Angi era la mejor en la academia a su corta edad ya podía usar magia Blanca y un poco de divinidad esto que su vez la alejaba de la mayoría de las personas además de que muchos le tenían miedo por ver sus ojos azules que le hacían parecer un lobo cuando observa a su presa justo antes de atacar de ahí el sobrenombre de "Wolf" ya que era muy similar a su apellido verdadero que era Wool además esto alimentaba el hecho que por su apariencia parecía que era "un lobo con lana de oveja" (wolf with sheep's wool).

Los pocos que le conocíamos en realidad sabíamos que era como una dulce niña pequeña ocasionalmente bromeamos con ella y le decíamos ovejita aunque esto no parecía molestarle. Mientras Angi era temida por muchos, Fernan demostraba lo contrario como era un sujeto difícil de vencer por su fuerza y ferozidad, muchos lo respetaban y otros tanto solo querían derrotarle ya que después de combatir el les dejaba una enseñanza para mejorar; todos aquellos que le conocían sabían que era un buen amigo a pesar de su aspecto.

Al pasar un año aproximadamente después de aver aprendido lo básico de un escudero los caminos de todos deberían separarse debido a las diferentes maneras de combatir algunos pulían sus fortalezas y otros cubrían sus debilidades. Angi a pesar de ser muy buena con la espada decidió enfocar su tiempo en la magia Blanca los magos que tenían la habilidad de evitar la muerte a los caballeros eran muy apreciados por los clérigos a pesar de esto muchos pensaban que ella desperdiciaba su talento en combate. Fernán a pesar de su fuerza y tamaño se enfoco en su agilidad y tomo su camino como lancero estos eran ágiles y usaban  largas lanzas con las cuales apoyaban su peso para enterrarlas con una fuerza devastadora una habilidad perfecta para el supongo. Yo no sabia en que pulir mis habilidades no era tan fuerte para ser un lancero, ni tan hábil para ser mago, no adoraba tanto la naturaleza para ser domador, químico o naturalista.  Era tan difícil de decidir pensé que podría ser arquero y mejorar mi puntería o combatiente y usar mis puños como arma, estaba confundido por que lo que eligiera en este momento es lo que en algún futuro me podría marcar en mi vida y me llevaría a posicionarme en algún reino o entrar en combate o tal ves incluso ser mano derecha de un rey aunque también podría regresar a....

Días antes de elegir que rumbo tomar Fernán y Angi me propusieron ir a un poblado vecino no quería perder el tiempo cuando aún no sabía que hacer de mi vida, pero Fernán me propuso que tendríamos una batalla si yo lograba combatir por lo menos 5 minutos yo ganaría y el ya no insistiría más, pero si perdía me relajaría e iría con ellos. Acepte de mala gana ya que si no lo hacía no me dejaría en paz; reflexione sobre otros combates que tuve con el, en los cuales me ayudaba a pulir mis habilidades, a pesar de no ser tan fuerte como el, si había logrado  sostener un combate hasta 30 minutos  continuos entonces esto sería pan comido pensé; reservamos un campo de entrenamiento para el día siguiente.

El Sable Caído Donde viven las historias. Descúbrelo ahora