Comienza el viaje

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-No seguiremos aquí... ? - pregunté Extrañado

Calmado y serio Fernan respondio -No, a cada quien lo enviaran a diferentes lugares a entrenar dependiendo de su profesor.- termino tornando un sorbo de jugo de arándanos

Angi algo desanimada dijo- así es, yo partiré mañana a la región norte de Surihan a un lugar conocido como el palacio de hielo regresaré dentro de un año

—Pero.... ! eso es en la otra parte del mundo!— dijo Fernán con asombro

—Lo se, espero verlos pronto— respondí angi algo desanimada
mientras dejaba salir un largo suspiró

Dejamos de hablar sobre el tema y prometimos despedir a Angi a primera hora mañana, comimos un jabalí entero y bebimos jerez y jugo de arándanos, acompañamos la comida con pastel de fresas el favorito de Angi, recordábamos viejos tiempos y cosas graciosas de nosotros y nuestros días en la academia como la primera pelea que tuve con Angi y de cuántas veces había teinado en la enfermería, mientras reíamos y pasábamos el rato; repentinamente unos busca pleitos se nos acercaro.

Preciosa!!! Excamo uno de ellos mientras tocaba el hombro de angi, deja a estos perdedores y ven con nosotros. Fernán no se movió ni hizo expresión alguna,  Angi giro la cabeza y levanto la mirada, ellos se alejaron atemorizados al verle a los ojos llenos de rabia

—Que bien que no hicimos nada, o nos ubiera ido peor a nosotros— dijo Fernán en un susurro alegre mientras esbozaba una carcajada incontrolable que termino en una risa ruidosa

Angi puso su mano en la boca intentando ocultar su risa, al terminar la noche casi antes de cerrar la posada terminamos la comida y nos dirigimos a la academia pasando por el camino adoquines que llegaba a esta.

Divertidos por lo que había pasado, al verles las caras a esos sujetos, nos despedimos al llegar a  la entrada de los leones para irnos a dormir a nuestras habitaciones. mire hacia atrás y divisé a Angi a lo lejos lo cual supe que era ella por esos lindos ojos azules que resplandecen en la oscuridad como las estrellas

Al día siguiente Fernán y yo algo desvelados fuimos a despedir a Angi aun no amanecía llegamos hasta la entrada en la cual aguardaba varios carruajes blancos tirados por Grifos estas eran criaturas aladas difíciles de controlar las cuales tenían cuerpo de león, cabeza de águila, patas de caballo y unas hermosas alas aldas. Angi llego con su vestido azul de la otra ocacion y con calcetones largos y un moño de color azul que pasaba entre su cabello.
Fernán agregó —que linda estas hoy—yo solo acenti con la cabeza ella se sonrojo un poco. Nos despedimos dando una palabras de aliento.

—no seas tan ruda con los nuevos— le dije bromeando esbozando una sonrisa
Fernan agrego— se la mejor, pequeña— mientras me tocó suavemente la cabeza, angi solo se limito asentir

Ella se dirigió al carruaje cuando fernan le detuvo y le dio algo que no alcance a ver que era. Antes de subir al carruaje alzo la mano para despedirse.

Fernán y yo solo veíamos como se alejaba esa princesa hacia el amanecer.

Fernán comento riendo yo me iré en 3 días que te parece si combatimos hasta entonces.

—claro, cuantas veces quieres perder grandullón—

Pasaron dos días mientras yo y Fernán cansados combatiendo entre si fui hospitalizado en 3 ocasiones por heridas menores o no tan menores según la enfermera, al llegar la tarde del segundo día el se iría con un recuerdo mío en esta ultima pelea que tuvimos, ahora le tocó ser  hospitalizado le deje una cicatriz en forma de Luna en el antebrazo izquierdo en el cual atravece y gire la espada de madera quebrandola y dejándole el pedazo dentro al lleverlo a la enfermería la señorita Miral   le quito el pedazo de madera y curo con magia blanca pero por la profundidad de la herida se quedo cicatriz.

Saliendo de la enfermería acompañe a Fernán a su habitación por sus cosas. —Me pasa esa placa de metal que se encuentra tras de ti —

Le tome era una placa adornada con incrustaciones de plata y joyas era algo cuadrada se lo di, el le vio y empezó a doblarla con su fuerza asta pandearla tomo una venda coloco la placa en su antebrazo y puso la veda al rededor pensé que era para que nadie la viera.
—lo siento— baje la cabeza

—a qué te refieres amigo? agrego es para que nadie haga otra cicatriz aquí, es especial es la primera vez que me ganas y hay que conservar ese recuerdo, mi padre me decía que a los guerreros que les hacían una cicatriz eran atesoradas por ellos para aprender de sus batallas o para recordar sucesos importantes —

agrego —Puedes pasarme la caja que se encuentra en el muro—

Tome la pequeña caja de madera, antes de dársela el dijo

—Abrela lo que hay dentro es tuyo Angi tiene uno similar y yo también—

Abrí la caja de madera y se encontraba un dije  extraño con una cuerda encerada. Disculpa yo no tengo nada para darte.

—Descuida ya me diste suficiente. Levantando el brazo— mientras sonreía

—Eso es para saber que seremos amigos tu, angi y yo y pase lo que pase lo seguiremos siendo. Cuando estemos los tres te diré como funciona el dije, mientras cuídalo—

Acepte el collar y me lo puse de inmediato espere a que Fernán tuviera ya sus cosas y le acompañe a la entrada al atardecer llegaron unos dragones que bajo de ellos entre sus patas tenían unas pequeñas habitaciones estaban adornados de terciopelo por dentro
—que esperan!— exclamó un hombre con una gran cicatriz en su rostro

—será mejor que me suba, antes de que el barón se enoje más —  dijo Fernan mientras se dirigía al del centro

Fernán subió a uno con la frente en alto y viajo hacia el lado opuesto del sol.

Solo faltaba yo mañana vería mi viaje antes del amanecer me emocionaba saber que criatura o carruaje iría a llevarme a tierras extrañas era tanta mi emoción que no podía dormir. Me levante muy temprano me vesti tome un poco de ropa y me dispuse a marcharme salí de mu habitación y me diriji a la puerta de los leones al llegar ahí no había nada ni nadie solo una carreta fea con un par de hipopótamos, espere un largo rato esperando a mi master de pronto de la carreta alguien bajo, era mi master lauler se acerco a mi diciendo..

—Porque no has subido a la carreta acaso ya no quieres ir?—

— Si quiero ir, pero no veo a alguien mas— respondi dirigiendome a la carreta. 

—pon tus cosas atrás y sube al frente con migo.—Me dispuse hacer lo que me dijo puse mis cosas atrás y observé que solo había arroz, un par de ollas viejas y un gran baúl, me dirija  hacia el frente me senté en una banca desgastada que estaba ahí en el cual se tiraba de las bestias que la dirigian la carreta, Lauler subió y se sentó al lado mío tomo las riendas y puso en marcha a esos hipopótamos lentos y perezoso.

—no vamos  a esperar a los demás?— pregunté confundido

sin voltear a verme —No hay mas... Tu fuiste el único que pase de los 4 que se presentaron..—

No sabia si era una especie de alago  o una desdicha que solo fuéramos 4 para ser esgrimista.

—Vas a preguntar algo mas?— Dijo con tono sarcástico

—No....

—Bueno entonces silencio y disfruta del camino—

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⏰ Última actualización: Jul 20, 2022 ⏰

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