Capítulo 11: Zayn

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Lunes 11:00 P.M.

Cuando era más joven tuve un amigo, su nombre era Sam. Nos conocimos en la escuela cuando teníamos 14 años. Sam fue mi único amigo en aquel entonces. Yo siempre fui un chico muy raro para el resto, por eso nadie quería ser mi amigo, pero Sam sí. Recuerdo que un día, el se sentó al lado mío y simplemente me dijo “hola” y comenzó a hablarme. Yo no entendía porque lo hacía, pero tampoco se lo cuestioné. Me sentía feliz por que alguien me hablara. Al principio fue difícil seguirle la corriente, el no dejaba de hablar, comenzó a hablarme sobre sus películas favoritas de Marvel, le gustaba mucho Spiderman, y no dejaba de argumentar de porque era tan asombroso y, yo no entendía mucho sobre el tema, ni tampoco entendía porque me hablaba de eso, así que solo me quedé callado escuchándolo y asintiendo con la cabeza mientras él hablaba y hablaba.  Luego de un tiempo se dio cuenta de que estaba hablando mucho y me dijo:

- Lo siento, no dejo de hablar, cuéntame, ¿Qué te parece? ¿a ti te gusta?

- ¡Eh! Sí, me parece genial.

Mentira, nunca antes había mirado una de esas películas, pero traté de responder de la mejor forma posible y no aparentar que no entendía nada. Por supuesto se dio cuenta que no sabía, así que, indignado por no saber sobre Spiderman, me invitó a su casa para mostrarme las películas. Y si se preguntan, sí, me convenció, gracias a él es que soy un gran fan de Spiderman. No lo sé, supongo que me sentí identificado con Peter Parker, porque era un chico inadaptado, o porque quería ser como él, que se ponía una maya, una marcara y se convertía en un superhéroe.

Pasamos toda la tarde juntos viendo películas, luego se volvió algo común, casi todas las tardes nos juntábamos, a veces a ver películas, otras veces a hacer otras cosas. Sam se convirtió en mi mejor amigo. Un día le pregunte ¿Por qué quiso ser mi amigo? El me pregunto ¿Por qué no iba a querer serlo?  Esa pregunta me dejo pensando, siempre di por sentado que ser mi amigo era algo malo. Mientras yo estaba asumido en ese pensamiento Sam me dijo.

- Te voy a contar algo, muy pocos lo saben, solo mi familia. Me tienes que prometer que no se lo vas a contar a más nadie.

- Si, por supuesto.

- Estoy enfermo, y es grave. Los médicos me dijeron que no me queda mucho tiempo de vida. Ni siquiera un tratamiento puede ayudarme.

Yo me quedé mudo con la boca abierta, no sabía que decirle, así que dije lo primero que se me cruzo por la cabeza.

- ¡Lo Siento!

- Esta bien, no lo sientas. Estoy bien, ya lo acepté, mi familia es las que se resiste a aceptarlo, supongo que es entendible, a mi me llevo un tiempo hacerlo.

- Y ¿Cómo hiciste para aceptarlo? – le pregunte – yo estaría aterrado.

- Al principio, cuando lo supe fue difícil. Pase mucho tiempo acostado en mi cama llorando, no podía dormir porque tenia miedo a morir mientras dormía. Pero con el tiempo entendí que, en realidad, mi caso no es diferente al tuyo o al de cualquier otra persona, todos vamos a morir en algún momento, la diferencia es que yo sé cuándo, y si lo analizamos bien, es algo a mi favor ¿no? Las personas se mueren sin haber disfrutado su vida, viven postergando todo para otro día porque piensan que son eternos. Yo sé que no lo soy y que me queda poco tiempo. Decidí dejar de llorar, levantarme de la cama y comenzar disfrutar cada momento de mi vida. El día que yo me muera, quiero hacerlo consciente de que viví como quise y que hice todo lo que quería hacer. Quiero morir sintiéndolo todo. Quiero ser tu amigo porque creo que eres una personal genuina. Quiero rodearme de personas como tú. Aunque sean pocas. Prefiero un amigo real.

Todo ese discurso de Sam quedo impregnado en mi cerebro, creo que en ese momento no lo entendí bien, pero a medida que fui creciendo comenzó a cobrar más sentido. El falleció un año después, luego de que falleció supe realmente que enfermedad tenía porque no quería preguntárselo, supuse que no era relevante. Resulto que tenía Leucemia y que cuando se lo diagnosticaron estaba demasiado avanzado. Ya no había mucho por hacer. Sam me pidió que jamás lo tratara diferente. Él quería que seamos amigos normales y que hagamos cosas normales. Pero en el último tiempo el empeoro y ya no podía salir, así que pasaba las tardes en su casa viendo Spiderman, una y otra vez. Hoy más que nunca tengo muy presente a Sam.

Después de mucho tiempo, me estoy animando a salir de mi zona de confort, seguir la filosofía de Sam. Puede que yo no sepa cuando vaya a morir, pero cuando lo haga no quiero sentir que desperdicie mi vida. Decidí hablar con Liam porque, después de todo lo que logre en este tiempo, no quiero que las cosas se arruinen, cuando iba a llamarlo entró una llamada de él, atendí y me dijo que quería que hablemos, pensé que me había leído la mente. Me puse nervioso, siempre es difícil para mí enfrentar este tipo de situaciones, pero tenía que hacerlo. Los chicos se volvieron importantes para mí, no me gustaría perderlos. Así que estaba decidido a arreglar las cosas.

Quedamos en encontrarnos en mi casa, la primera idea era vernos en el galpón, pero era un poco raro ir allí luego de lo sucedido. Cuando Liam Llegó, yo estaba sentado, él entro a mi habitación, me puse de pie y quedamos cara a cara.

- ¡Hola! – me dijo.

- Hola, ¿Cómo estás?

- Bien.

La conversación era bastante tonta. Nos dimos cuenta que ambos estábamos nerviosos y nos comenzamos a reír. Luego de reírnos pude sentir como todo se relajo entre nosotros. Tranquilamente podíamos hacer como si nada hubiera pasado, borrón y cuenta nueva, como si ese beso jamás hubiera existido y evitarme todo el momento de la conversación incomoda. Incluso esa fue mi idea en ese momento, note que las cosas entre nosotros estaban bien, así que desvíe la conversación. Comencé a hablar de otras cosas sin tanta importancia, pero Liam quiso hablar del tema y me interrumpió.

- Zayn, se que esto es incómodo, pero quisiera que hablemos de lo que sucedió. - Yo respire profundo, no tenía otra opción, tenía que hablar.


- Liam, lo siento, se que confundí las cosas entre nosotros, ni siquiera sé porque lo hice, creo que fue solo un impulso. Me deje llevar, pero no me gustaría que las cosas cambiaran entre nosotros. Fue solo un error.
Liam no dijo mucho más, de hecho, se quedó callado y miro al piso.

- ¿esta todo bien?

- Si. – me dijo rápidamente levantando la mirada hacia mí. – si, esta todo bien Zayn, que bueno que lo hallamos aclarado. Yo tampoco quiero que las cosas cambien o se pongan raras entre nosotros.

El me sonrió, tratando de afirmar lo que dijo, pero había algo en su sonrisa que era raro, como si no fuera sincera. Volvió a bajar la mirada y cambio de tema.

- ¿quieres hacer algo? – me pregunto.

- Si, ¿te gusta Spiderman?

- Para ser honesto, nunca las vi.

Ese era mi momento. Lo convencí de ver las películas, al principio no estaba muy entusiasmado, pero le gustaron. Terminamos hablando de las pelis, como hacia con Sam, me sentí cerca de Sam en ese momento y, a su vez, mas cerca de Liam. Me sentía feliz con el al lado mío.

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