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Capítulo 1: Otra ronda de aplausos, por favor.

Escrito por: ana_cp

Traducido por: peoniesforLan

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Librería Rabbit Hole, martes, 3 de noviembre, 12:00pm

Como no quería pasar más vergüenza, Wei Ying llegó 10 minutos antes, y con un set de ropa limpia.

MianMian lo recibió en la puerta.

—¡Esta vez no hay café! —ella le sonrió mientras lo dejaba entrar—Ven, aún no has conocido a Wen Ning. Él trabaja en las mañanas conmigo. ¡Wen Ning!

Un hombre tímido corrió hacia ellos. Se presentó con ojos muy amplios y con una tímida sonrisa en sus labios. A Wei Ying le cayó bien al instante.

—Compartirás escritorios con él—MianMian dijo mientras le daba palmaditas en su hombro—Quería darte un tour, pero como tengo que irme temprano, Lan Zhan se ocupará de eso.

Wei Ying asintió con la cabeza y MianMian se despidió, dejándolo a solas con Wen Ning.

Wen Ning lucía menor que él. Tenía un baby face [1], pero probablemente su rostro siempre era así.

—Entonces, dime, ¿qué sabes de Lan Zhan? —Wei Ying preguntó cuando MianMian se fue. Prosiguió a colocar su brazo alrededor de los hombros de Wen Ning mientras caminaban hacia el escritorio.

—¿Del jefe? —Wen Ning prosiguió a mirar sus alrededores, como si tuviera miedo de que Lan Zhan estuviera escuchando de alguna manera—Él es una buena persona, Sr. Wei.

—¿Sr. Wei? —Wei Ying le sonrió—No me llames así. ¿Cuántos años tienes?

—Veinte, señor. Quiero decir, Wei Ying...

—MianMian dijo que Lan Zhan me daría un tour de la librería. ¿Qué más hay en este lugar que yo no sepa?

—A lo mejor solo es parte del protocolo. El Sr. Lan también me dio un tour cuando empecé a trabajar.

Wei Ying se acercó un poco más a él mientras se frotaba la nariz, como siempre hacía.

—Háblame más de él, Wen Ning...Como, por ejemplo, ¿por qué ayer estaba tan serio?

Detrás de ellos, alguien aclaró su garganta.

Wen Ning se congeló de inmediato y bajó su cabeza. Por su parte, Wei Ying puso la sonrisa más grande en sus labios y se dio la vuelta para encararlo.

Wow, okay. Lan Zhan se veía tan ardiente y riquísimo como ayer. Su cabello estaba recogido de manera diferente y, de alguna manera, se veía aún más gratificante a la vista. No obstante, su rostro seguía serio, su quijada seguía tensa, y sus ojos estaban entrecerrados.

—Buenas tardes, jefe—Wei Ying dijo con voz inocente.

—Buenas tardes—Lan Zhan le respondió.

Y, una vez más, Lan Zhan lo miró de arriba hacia abajo. Lo miró tan intensamente que Wei Ying casi se ruborizaba de pies a cabeza. Sin embargo, esta vez, Wei Ying no se dejaría engañar por sus malditas hormonas, ni mucho menos pensaría que Lan Zhan estaba echándole un vistazo. De hecho, Lan Zhan lo estaba mirando con total desaprobación.

—¿Ocurre algo? —Wei Ying preguntó, pues no entendía qué estaba haciendo para que él lo mirara de esa manera.

—No—Lan Zhan neutralizó su expresión—Ven conmigo.

Hizo un gesto para que Wei Ying lo siguiera mientras hablaba sobre los detalles del contrato. Entraron a la sala de descansos y se sentaron. Lan Zhan estaba sentado muy derecho, mientras que Wei Ying estaba sentado con sus piernas cruzadas y sus dos codos sobre la mesa.