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Capítulo 7: Loto

Escrito por: ana_cp

Traducido por: peoniesforLan

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Restaurante, lunes, 23 de noviembre, 11:30am

Lan Zhan estaba muy orgulloso de la estricta rutina que tenía. Todos los días se acostaba a las 10:00pm y se levantaba a las 6:00am. Su cuerpo ya estaba acostumbrado y por eso siempre se despertaba a esa hora sin el uso de alarmas. En las mañanas se ejercitaba, preparaba sus comidas y se la pasaba leyendo, pues, ese era uno de sus pasatiempos favoritos.

Él solía trabajar en la librería por las mañanas, pero desde que MianMian se unió a su equipo de trabajo, ella tomó el turno de la mañana ya que tenía clases a las 5:00pm y no podía trabajar a esa hora. Por eso, Lan Zhan empezó a trabajar en la tarde y a pesar de que tuvo que ajustarse al cambio de rutina, eventualmente pudo adaptarse.

Él tenía una estricta rutina semanal. Lan Zhan se encontraba con su hermano y con su tío bisemanalmente. Los jueves tenía el club de libros por la tarde, y los miércoles y viernes hacía yoga. Solo las personas más cercanas a él sabían que a Lan Zhan no le gustaba que interrumpieran su rutina.

Por eso, fue una gran sorpresa cuando Lan Huan lo llamó un lunes por la mañana y le pidió que almorzara con él.

—¿Cómo has estado? —Lan Huan preguntó.

Acababan de comer en el restaurante y decidieron pedir té antes de irse. Lan Zhan pidió té de loto ya que estaba dispuesto a probar cosas nuevas cuando se trataba del té, mientras que Lan Huan pidió té verde tradicional.

—He estado bien, y la librería va bien también —él dijo cuando el mesero se fue.

—Me alegra saberlo —Lan Huan sonrió con gentileza. Lan Zhan sentía un poco de envidia por el hecho de que a su hermano se le hacía fácil expresar sus emociones.

—Y cómo... —Lan Zhan empezó, pero no se le ocurrió nada que decir. Al final, decidió preguntarle sobre su más reciente pareja—¿Cómo está MingJue?

—Él está bien. Se unirá con nosotros este jueves.

—Muy bien.

—Hablando de eso... —Lan Huan se movió incómodamente sobre la silla.

El mesero llegó con los teses y se fue tan pronto los sirvió.

—Hay algo que quiero decirte —Lan Huan dijo.

Lan Zhan enarcó su ceja. ¿Por qué su hermano estaría así de incómodo? ¿Estará pensando en regresar con aquel hombre manipulador que tenía antes de MingJue?

—¿Es de MingJue o de alguien más?

—No es tan serio.

—Y ¿por qué no me lo dijiste por teléfono? O ¿por qué no esperaste hasta el jueves? —Lan Zhan no tenía la intención de sonar grosero, pero sabía que su hermano lo entendía. Lan Huan siempre lo entendía.

—Wow, A-Zhan —Lan Huan se rio—. Quien sea que te escuche hablando pensará que ni siquiera querías almorzar conmigo.

—Claro que quiero.

No quería.

Bueno, este era el asunto: Lan Zhan sí quería verlo, pero deseaba que su hermano se lo hubiera avisado con 24 horas de anticipación. No era placentero cuando te despertabas pensando que tu día sería de una manera solo para que terminara siendo de otra por una inesperada invitación de almuerzo.