𝐓𝐑𝐀𝐈𝐃𝐎𝐑𝐄𝐒

08.

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Apurada, así era como se sentía atenea. había paso un tiempo y ya iba a poder ver a su hija después de todo ese tiempo.

claro, Maia no volvió en navidad por quedarse con sus amigos.

—vez entrando a el auto— mando atenea a lila para que pudiera salir.

el perro y el ciervo pequeño estaban sentados esperando en al entrada.

—no van a ir— anuncio.

como si sus palabras fueran magia, los dos hombres ya convertidos en humanos se acercaron con cara de perrito regañado a atenea.

la rubia rodo los ojos cuando vio las intensiones de los chicos.

—no, ya dije—.

—pero, atenea podre ver a mi hijo— anuncio james.

sirius asintió.

—si, to veré a mi ahijado después de años— pidió.

la rubia volvió a negar, ella no era niñera de dos animales ya le bastaba y sobraba con dos hijos.

—nos portaremos bien—intento convencer james.

atenea lo pensó, ellos tenían cara de nerviosos esperando que la respuesta de la rubia sea que si.

—no—.

atenea no quería, pero ahora se encontraba en el carro manejando con un perro de co-piloto el ciervo bebe con su hija atrás.

vaya mierda.

—mama, trajiste los collares, para agarrarlos— pregunto lila cuando, la rubia estaba parqueando el auto muggle.

atenea asintió, coloco la cadena a cada animal para agarrarlos con la correa y comenzar a entrar a la estación.

al llegar a el lugar, la miro.

hay estaba su pequeña hija, sonriendo junto unos niños.

—¡mama!— grito la pequeña cuando vio a la rubia acercándose.

con una sonrisa, atenea se agacho y abrazo a su pequeña, que tenia amigos a los lados.

—mama, ellos son. hermione— señalo a la chica castaña con el cabello un tanto despeinando— ron—señalo a el pelirrojo de ojos azules— y harry.

el ciervo, que estaba siendo agarrado por lila se soltó y se acerco rápidamente a el azabache de ojos verdes y gafas.

pero es estúpido, pensó atenea.

—a el, le gustan los niños— aclaro atenea ante la mirada nerviosa de harry.

el pequeño le sonrió.