✜ 𝓣𝓇𝒶𝒾𝒹𝑜𝓇𝑒𝓈 ✜
Atenea jamás pensó adoptar uno animales porque sus hijas se lo pidieron y mucho menos que esos animales iban a ser prófugos.
[ fanfiction: JAMES POTTER and SIRIUS BLACK ]
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maratón 1/3
Jessica llego a primera hora, no se espero mucho cuando se llevo a las dos niñas.
—bien, remus no llega— se quejo sirius tirandose en el sillón.
atenea rodo los ojos ante el desespero del hombre, mientras james solo estaba acostado en el sillón grande con la mirada perdida.
paso una hora, una eternidad para sirius black, pues se quejaba cada rato mientras atenea solo intentaba no matarlo.
—bien, sirius me estas desesperando— comenzo james, se levanto poco a poco quedando sentado en el sillón.
sirius ignoro lo que el dijo.
la puerta sonó.
los nervios llegaron a atenea, no sabia la reacción del amigo de ellos. mientras sirius se levanto de salto junto james dispuestos los dos a ir abrir.
atenea se levanto rápido y se acercó a ellos jalándolos de los brazos.
—yo abro, par de inútiles—.
camino a la puerta lento, los nervios la mataban incluso podía pensar que estaba mas nerviosa que los dos estúpidos que Vivian con ella.
acerco su mano a la manigueta, y la movió. la abrió lentamente para ver en ella a un hombre de cabello rubio casi castaño, piel pálida con ojos azules un tanto mieles, e hombre estaba nerviosa o eso pensaba atenea.
el chico la miro de arriba abajo esperando que ella hablara.
—yo... eres remus lupin?— pregunto.
el chico asintió.
—bien, pasa—.
se hizo a un lado, el hombre paso a paso firme mientras miraba a todos los lados, pues pensaba que podía ser una falsedad.
un engaño, o una trampa.
a llegar a la sala, atenea que iba atrás choco con la espalda del chico, pues había frenado.
se alejo para ver lo que pasaba, james y sirius miraban fijamente a el hombre sin hacer ninguna mueca, el chico lupin estaba mirándolos sin creer lo que pasaba.
no paso mucho tiempo cuando algunas lagrimas bajaban de los ojos del chico lupin, sirius ya estaba llorando dramáticamente mientras james solo miraba perplejo.
de un momento rápido los tres chicos se abrazaron, atenea solo miraba.
—lunático!— gritaron los dos chicos abrazados dando pequeños saltos.
los tres hombres estaban felices, pero atenea tosió falsamente.
—no les quiero arruinar el perfecto encuentro, pero las niñas pueden llegar y no los pueden ver.. así— dijo atenea.
