"¡¿A qué estamos jugando, Kacchan?!"
grité a media habitación, justo cuando abandonabas el comedor.
Todos voltearon a verme, pero tú me ignoraste.
Ni siquiera pudiste mirarme.
Dime, ¿a qué estamos jugando?
Dime para que busque las reglas y sepa por qué en medio de este absurdo juego llamado amor soy yo el que parece que está perdiendo.No, espera,
creo que ya sé.El juego soy yo.