El sonido de mi alarma inunda mis oídos, sin duda es el sonido más molesto del universo.
Mis ojos pesan debido a las pocas horas que dormí, caminó hacia el baño con todo el esfuerzo que tengo y cuando prendo la luz del baño me veo en el espejo, me veo como una persona lamentable, con todo el rímel corrido, ojeras, el pelo desordenado, en resumen soy un caos.Después de bañarme y maquillarme ya me veo bastante más decente, el uniforme no me ayuda muchísimo que digamos pero eso se arregla subiéndome la falda para que se vea un poco menos de escuela religiosa.
En el desayuno mis padres no me preguntan nada ni saben nada gracias a dios, mi hermano me observa desde el otro extremo de la mesa con una cara que proyecta solo una pregunta:
¿ya tienes un plan para acabar con todo esto?
Y por supuesto que lo tengo, mi plan es simplemente no hacer nada e ignorar a Valente. Si quiero aclarar que el y yo no tenemos nada lo más sencillo es demostrar que no cruzamos ni una palabra en todo el día, así la gente se olvidará del rumor y mis padres no se enterarán.Me levanto de la mesa y camino hacia el pasillo en busca de mi mochila porque ya voy tarde como siempre y salgo a la entrada donde ya me está esperando mi camioneta Cadillac. Me subo y saludo a Alberto y Arita, Alberto es mi chofer y Arita es mi nana.
De camino al colegio me pongo a pensar en lo despreciable que es Valente, lo odio, lo odio, lo odio con todo lo que tengo y eso me da miedo, miedo a lo que me pueda pasar si lo vuelvo a enfrentar o solo el simple hecho de que se acerque a mi me da miedo.
-Su alteza ya llegamos- me dice Alberto- caminé rápido hacia la entrada, yo la voy a acompañar porque está lleno de paparazzis.
Genial, lo único que me faltaba era esto. Paparazzis en un día tan pésimo como este literal este día no puede empeorar, me bajo de la camioneta con Alberto cuidándome la espalda y ahí es cuando me doy cuenta que mi día si podía empeorar. Valente se baja de su Audi r8 con esos aires de superioridad que lo caracterizan y con su típica cara seria, trae puesto el uniforme del colegio qué hay que admitir le queda de maravilla.
Los paparazzis nos preguntan cosas pero no respondemos, son las típicas preguntas tipo:¿Están saliendo?
¿Como fue que empezaron a hablar?
¿Sus padres lo saben?Pero en ese momento me doy cuenta que es mi oportunidad así que agarro el micrófono de un periodista.
-No, no estamos saliendo, nunca saldré con un inepto como él y mucho menos con lo repugnante que es- digo en un tono seguro y siento la mirada de Valente en mi, una mirada que transmite rabia antes de cual quiero cosa.
Con eso me voy corriendo hacia las puertas del colegio y ya que estoy adentro me siento a salvo, no hay nadie en los pasillos porque todos están en clase ya que perdí mucho tiempo con los paparazzis, tomó aire y me tranquilizó un poco hasta que Valente abre la puerta y entra rápido caminando hacia mi y en un día por tres me encuentro recargada sobre la pared con la mano de Valente alrededor de mi garganta. Sus manos están frías y su mirada aún más, se acerca poco a poco a mi oído y siento su aliento caliente en el.
-No se quien te crees que eres, porque podrás ser de la realeza y todo lo que tú quieras pero sigues siendo una niña estupida sin capacidad de pensar o razonar, yo puedo tener lo que quiera y cuando quiera y ser un inepto repugnante no me lo impide para nada Marina- me susurra con una sonrisa burlona en los labios.
-Eres un imbécil- contestó tratando de quitármelo de encima pero es inútil- quítate Valente
-No te voy a soltar hasta que te disculpes- me niego pero su mirada está quemándome, analizándome e intimidandome, sus ojos grises parecen negros y cualquier brillo que hubiera tenido en los ojos, desapareció. -discúlpate.
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IDÍLICO
Fiksi RemajaMarina Visconti es una adolescente de 17 años que viene de la realeza la cual tiene la vida "soñada" y un futuro asegurado con el duque y sigue todos los estereotipos de una niña perfecta. Valente Lombardi de 20 años es un joven soberbio, arrogante...