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«Por favor Abel» le suplicó Eileen al chico por enésima vez «Llévame al Mundo Inmaterial, no quiero seguir encerrada aquí durante más tiempo...»

Pero Abel negó con la cabeza.

«No puedo Eileen» le contestó él con suavidad- Aún tienes mucho que aprender antes de abandonar definitivamente este plano.

Ella apretó los puños con rabia.

«¡Pero tú eres un Guía de Almas! » estalló « ¿No se supone que deberías cumplir con tu trabajo? »

Abel dejó escapar un suspiro resignado.

«Si Eileen, pero si te llevara ahora allí no durarías ni dos días» le contestó él «No sabes nada sobre el Mundo Inmaterial.

Ella dejó escapar una risotada.

«¿Qué no duraría ni dos días?¿Qué quieres decir? ¿Moriré acaso?» le espetó con escepticismo« Sinceramente, creo que es imposible estar más muerta de lo que ya estoy.»

Pronunció aquellas palabras con amargura y Abel le sostuvo la mirada impenetrable.

«Por favor Abel... »susurró Eileen« No formo parte de este lugar, yo solo quiero reencontrarme con mi abuelo y...»

El chico la miró fijamente.

«Y... ¿que? »preguntó, aunque ya conocía la respuesta.

Eileen levantó la mirada.

«Quiero encontrar a la Muerte» dijo muy seria "Y rogar por mi vida, por la vida que me fue arrebatada, estoy segura de que fue un error, fue su error, y será ella la que lo remediará. »

Abel sacudió la cabeza. No era la primera vez que escuchaba esas palabras.

«Ella se negará Eileen...» le contestó.

Los ojos de Eileen relampaguearon con furia.

«Pues si se niega...» dijo con voz helada« Acabaré con ella, estoy dispuesta a hacer lo que sea, Abel. »

Él alzó una ceja confundido.

«¿Acabaras con ella, dices?- negó con la cabeza« Eso es imposible, no puedes darle muerte a la propia Muerte, Eileen. »

Ella cerró los ojos con rabia.

«No me importa, Abel »contestó« Lo único que sé es que no renunciaré a mi vida tan rápidamente, si tu no quisiste luchar por la tuya, al menos permíteme a mí luchar por la mía. »

Este medito sus palabras en silencio pero casi al instante comenzó a negar con la cabeza.

«No, Eileen- murmuró« No lo permitiré»

«¿Pues entonces a que has venido?» le espetó ella casi en un grito« ¿A darme falsas esperanzas? »

Abel negó de nuevo con la cabeza.

«No. He venido a guiarte por el camino correcto» explicó él con suavidad« La segunda vida es una segunda oportunidad, pero no puedo dejarte ir al Mundo Inmaterial todavía. Antes has de aprenderlo todo sobre ese lugar, debes aprender a reprimir tu dolor, tu odio...»

Eileen se dejó caer contra el banco agotada y disgustada a partes iguales.

Abel la observó con cautela y no pudo evitar esbozar una sonrisa de comprensión.

Tras un instante de duda posó una mano sobre su hombro en señal de ánimo.

«Tranquila» le dijo con suavidad «Pronto te llevaré junto a tu abuelo, te lo prometo.»

-𝐄𝐢𝐥𝐞𝐞𝐧- 𝐄𝐧𝐭𝐫𝐞 𝐥𝐚 𝐯𝐢𝐝𝐚 𝐲 𝐥𝐚 𝐦𝐮𝐞𝐫𝐭𝐞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora