El sonido de la incesante lluvia era lo uno que podía escucharse dentro de esas cuatros paredes. Observando el gran ventanal de su amplia oficiana, dejó salir una cortina de humo por su boca, aquella nicotina era lo unico que lograba calmar un poco de la tormenta que habitaba en su interior desde algún tiempo. Para ser más específico, desde el día que su perfecta vida cambio inesperadamente. Había perdido el respeto y amor de su unico hijo y su esposa demandó su divorcio. Para Porsche Suppasit solo había un culpable para su desdicha y ese era Gulf Kanawut.
Aquel joven delgado de cabello oscuro y sonrisa amable resultó ser un estorbo para sus planes y el anhelo de tener un heredero. Quería un nieto, era su gran deseo y no aceptaba su derrota. Mucho menos esperaba que la boda la cual tenía muy bien planificada fuera suspendía de último momento. Creía que Gigie Sarocha era la mujer perfecta para contraer matrimonio con su hijo. Al ser hija de una de las familias más poderosas de Tailandia le aseguraba un legado con mayor capital sobre su fortuna.
Pero solo había un problema, su hijo resultó ser gay. No lo aceptaba. Era una vergüenza para su familia y para su apellido el cual no podia ser manchado por algo tan aberrante. Y el hecho de saber que su única posiblidad de tener un nieto fuera desechada, no le agradaba tanto.
La familia Suppasit tenia un bufetes de abogados de los más grandes y mejores pagados en Bangkok. Un prestigio que no podía destruirse por nada ni nadie. Ni siquiera por su hijo y su insistencia de querer siempre llevarle la contraria. Nuevamente observó su reflejo sobre el cristal y una sonrisa torcida se formó en sus labios, además de sus rasgos físicos, también le había heredado lo obstinado y rebelde. Siempre supo que su hijo sería el mejor de los Suppasit, pero nada habia resultado como quería.
Todavía no entendía como una persona con un gran futuro por delante, término enredado con alguien así, porque debío de ser una mujer y no un hombre. Soltó una pequeña risa forzada al pensar en ese muchacho como si fuera la gran cosa. Pero que por algún motivo logró enamorar y volver loco a su hijo. Y aunque esa relación se dio por terminada, no quería decir que los sentimientos hayan cambiado. Más aún, su hijo seguía odiandolo.
Unos golpes sobre la puerta lo distrajo de sus pensamientos, a lo que giro sobre su silla dando así el permiso para ingresar. Un joven de traje negro perfectamente moldeado sobre su cuerpo, hizo una leve reverencia ante su presencia antes de tomar asiento frente a su jefe. Fong, su asistente y confidente.
─ Bien…─ el hombre apagó el cigarro en el cencero de su escritorio ─ ¿Hiciste lo que te órdene?
Fong asintió.
─ Si no lo hubiera visto con mis propios ojos, creería que esto es una locura señor.
─ Sin rodeos Fong ─ le dijo de mala gana, sentandose mejor sobre su silla de cuero ─ No me hagas perder el tiempo y habla de una vez.
─ Será mejor que lo vea por usted mismo señor ─ en sus pequeñas y blancas manos sostenía una carpeta color azul, la cual le entregó de inmediato
El hombre tomó dicha carpeta con rapidez, dentro de ésta había unos papeles lo que suponía eran expedientes médicos. Leyó una y otra vez no creyendo lo que sus ojos veían. Alzo la mirada hacia su asistente mirandolo de manera incrédula.
─ ¿Esto es una broma? ─ dijo con un tono serio.
─ No señor, los expedientes médicos no mienten, los revise dos veces, todo ellos firmados por el médico personal del joven Kanawut.
Hubiera esperado una enfermedad terminal y no algo como esto. Desde que tomó la decisión de seguirle los pasos para cerciorarse de que ese joven ya no estuviera en contacto con su hijo así como lo había prometido, le parecía extraño sus contantes visitas al hospital y aquí estaba la respuestas.
─ Esto es antinatural ─ gruñó por lo bajo, llevándose una mano a su mandíbula de modo automático.
─ No creo que sea tan malo señor, vea el lado positivo a esta situación, después de todo tendrá el nieto que tanto desea, su heredero ─ comentó Fong con aquella sonrisa que tanto le molestaba ─ Tengo que decir que será un bebé precioso, el joven Kanawut es muy hermoso.
─ Callate Fong, tu no entiendes la magnitud de este problema. Esto simplemente no es normal ─ objetó Porsche ─ ¿De cuanto está?
─ Un mes señor ─ respondió Fong.
La mente del abogado comenzó a trabajar de forma automática buscado posibles soluciones para limpiar su apellido, algo como esto no podía salir a la luz, no podía deshacerse de ese estorbo, mucho menos de un bebé. No era una asesino, su locura y frialdad no llegaba a ese grado. ¿Como un hombre podria concebir? ¿Que clase de broma era está? Revisó nuevamente los papeles una y otra vez, porque necesitaba estar seguro que aquello era real, y lo era ¡maldición!
─ No lo aceptó, ese engendro no llevara mi apellido, me niego a aceptarlo como parte de esta familia ─ soltó con veneno y desdén.
─ Es un ser inocente señor ─ dijo Fong ─ Pero debe estar tranquilo, su hijo no ha tenido contacto con el joven Kanawut desde que su relación término.
─ Y así debe seguir siendo, Mew no puede saber por ningún motivo la existencia de ese bebé ¿esta claro?
* * *
¡Hola! Sean bienvenidos a mi primer Mpreg, estoy nerviosa y ansiosa. Tengo que decir que había dudado muchísimo en publicarlo, es un tema del cual soy inexperta y no estoy segura que saldrá de todo esto. Ante mano pido disculpa si no es como lo esperan. Seguiré mejorando en el futuro.Tratare de publicar todos los días, aún no se cuantos capítulos tendrá, ya que lo ando escribiendo sobre la marcha.
Espero que sea de su agrado y muchas gracias por su apoyo..
Mañana publicaré el primer capítulo..
Shane 🌙
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Dentro De Ti
Romance(MewGulf) > ¿Que tan vacío hay que estar para odiar a un ser inocente? ~ Un embarazo. ~ Una separación. ~ Dinero, poder y egoísmo • Romance, Drama. • Mpreg (Historia completamente de mi autoría) ©Shane_614