|Capítulo 06|

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Los padres pueden romperte el corazón de una manera tan fascinante que podrían pasar años para que esa herida pudiera sanar.

Es lo que pensaba Mew con el pasar de los días. No tenia noticias de su madre y su padre cada vez estaba más loco, no sólo porque le estaba obligando a contraer matrimonio con alguien que solo veía como una amiga, sino el hecho de que le tenia prohibido acercarse a Gulf. Se lo había advertido, que si lo buscaba no repararia en tomar represalias. No pensaba cumplir con sus demandas de todas maneras, pero por el momento era dejar que las aguas se tranquilicen.

Extrañaba tanto a Gulf que los días que pasaron sin verlo era aún más doloroso que cuando su relación término.

─ ¿Que planeas hacer? ─ le preguntó Mean para luego darle un sorbo a su café.

─ No lo se, la locura de mi padre está superando todos los límites ─ bufó Mew─ Al menos aquí no tengo al sujeto grande que contrato para vigilarme las veinticuatro horas.

Aunque de todas maneras sabia que estaba ahi fuera de la Universidad, esperando que saliera. Allí estaba una nueva locura de Porsche Suppasit. Contratar a un hombre lo bastante grande y temible para que fuera la sombra de su hijo, sin duda había sido la gota que derramó el vaso. Mew no tenia paz ni siquiera para tomar un café con sus amigos. Le seguía a donde fuera, incluso hasta la Universidad. Siempre detras de él. Ya no tenia teléfono para comunicarse, literalmente estaba alejado del mundo. Al menos podia tener un momento de paz en sus clases.

─ No te preocupes, confía en nosotros en que éste calvario terminara pronto ─ le dijo Pavel dejando unas cuantas palmadas sobre su hombros.

─ Extraño a Gulf, yo debería estar con él en estos momentos tan importante.

─ Luego de clases iré con él como me lo pediste. Tenemos que agradecer que tu padre no tiene idea de lo que estamos haciendo por ti.

Aunque Mew sospechaba que pronto lo sabría, si es que aún no los tenía muy bien vigilados.

─ Gracias, realmente sin ustedes no sabría que hacer ─ dijo Mew abrumado.

Lo menos que queria era poner en riesgo la salud de Gulf y su bebé. El doctor Pirapat fue muy claro al decirle que necesitaba reposo absoluto y nada de situaciones que pudieran alterarlo. No podía estar más agradecido con sus amigos que se encargaban de visitar a Gulf constantemente y así mantenerlo informado de cualquier detalle. Pero quería estar con él, lo necesitaba en un momento como este.

─ Quiero ayudarte Mew, pero no se como ─ Mean se veia muy preocupado ─ Dime que hacer.

─ No quiero involucrarlos de más, bastante me ayudan a no dejar solo a Gulf. Mi padre es capaz de hacer hasta lo imposible con total de manipularme y lo me menos que quiero hacer es que carguen con mis problemas.

─ Todavía me cuesta creer que tu padre haya sido capaz de hacer aquello. Parecía un hombre de familia, honorable y muy amable ─ comentó Pavel, se podia oir la decepción en cada palabra.

─ Está mostrado su verdadero ser ─ dijo Mew ─ Término siendo tan corrupto y malvado como todos aquello que tienen poder.

─ Solo debes resistir un poco más, cuando encontremos a tu madre, se pondrá fin al juego de tu padre y así sabrá que ya no tiene con que manipularte ─ Pavel trataba de darle ánimos o al menos un rayo de esperanza.

Mew estaba limitado, no tenía dinero para contratar a un detective privado y así poder buscarla, pero también sabía que si lo hacia, su padre sería el primero en saberlo. ¿Donde estaba su madre? Era un hecho que estaba oculta y en contra de su voluntad y si su padre se atrevió a lastimarla de alguna manera, le haría pagar con creces ese ultraje.

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