Brillo de estrellas en tus ojos - TanjiKana

Extra

—¿Cuánto tiempo?

Kanao mira hacia Nezuko, quien sacude levemente su cabeza hacia los lados, pensativa.

—Eh... crack ¡me sonó! ¡La nuca me sonó!

—Nezuko...

—Ya, ya.

La de ojos rosados ríe.

—Sería después de clases, papá dijo que invitaría algunos amigos suyos.

—Mm... entiendo. Luego de clases, entonces ¿Tanjiro...?

—Nii-chan te avisará.

Kanao asiente, Nezuko solo le sonríe algo pícara.

Ambas se encontraban en el salón de clases de Kanao.

Nezuko estaba sentada en la mesa de Kanao y la oji-violeta estaba en su silla.

—Entonces —Nezuko se levanta de la mesa—. Le diré a Nii-chan que pase por aquí, nos vemos luego.

La Kamado sale del aula dando saltitos.

—Una cena, eh...

La habían invitado a cenar, al parecer era el cumpleaños del padre de los Kamado y harían una cena en celebración.

Pero debería de esperar a la salida.

[ · · · ]

—¿Kanao está?

Al oírse una voz en la entrada, Kanao mira en su dirección.

—Permiso.

Entre risitas al ver a Kanao, Tanjiro entra.

—¿Qué haces? Las clases acabaron hace un buen rato.

—Ugh...

Un lamentable gemido se escapa de Kanao, quien estaba sentada con una pila de hojas en su pupitre.

—S-, Sensei me preguntó y-, y-

—Ya, ya.

Tanjiro ríe suavemente y acaricia la cabeza de Kanao, pero al darse cuenta de eso, la retira.

—¿Te ayudo?

Se da la vuelta para buscar una silla, aunque realmente fue para que ella no viera su cara roja.

La carita anteriormente estresada y aburrida de Kanao cambia a una feliz y con mejillas rosadas.

—¿Qué debo hacer?

Y una echada de mano de Tanjiro terminó en una clase privada para el ayudante.

—O-, Oh, entiendo.

—Luego de eso pasó que-

La clase de historia se detiene cuando la mirada de Kanao llega al reloj en la pared.

—¿Ya es tan tarde?

Ella revisa el papeleo que hacía rato habían acabado.

—U-, Uh. Vámonos, no quisiera que llegáramos más tarde.

—¿Mm? Ah, sí.

Algo absorto por la clase de Kanao, Tanjiro ni cuenta se había dado de cuánto tiempo había pasado.

Se levantan de sus puestos y Tanjiro carga el maletín de ambos.

—Déjame cargar el mío.

Tanjiro había accedido a las continuas súplicas de un amigo suyo y ahora formaba parte del equipo de atletismo, razón por la cual cargaba un bolso en lugar del maletín negro de siempre.

Él la ignora y pasa el maletín de la chica de su mano derecha a la izquierda.

Pero ella ya había alargado su mano, así que al hacer tal cambio, la mano de Kanao es olímpicamente esquivada.

Luego de que ella se quede quieta, Tanjiro se da cuenta que ella se había acercado.

—¿Mm?

Puede ver como ella tenía la mano alargada, luego la empieza a retraer.

Y, sí. Malentiende un poco.

La ahora libre mano derecha de Tanjiro toma la izquierda de Kanao.

Ella se sobresalta y lo mira.

Se miran durante unos segundos, luego ella es quien la retira.

—Vamos.

Y una Kanao con carita roja fue tirada por un Tanjiro con carita roja y una gran sonrisa.

[ · · · ]

—Permiso.

Tras entregar las hojas, Kanao camina hacia Tanjiro, quien miraba distraídamente por el pasillo.

—Tanjiro.

Él la mira.  Luego de sonreír le extiende su mano derecha.

Kanao lo mira un segundo, luego la toma.

Y sin mediar palabra, continúan caminando juntos.