Brillo de estrellas en tus ojos - TanjiKana

Brillo de estrellas en tus ojos

[Fanfic también de un fic de miimiishii - TanKana Trash]

Una chica de ojos violetas miraba fijamente a otro estudiante.

No eran compañeros de clase, ella era un año superior, pero...

—Simplemente me enamoré.

Dijo una vez, explicándole a su amiga sobre su nuevo, y primer romance.

—Sus galletas son muy ricas.

—Él es lindo.

—Es muy amable.

—¡Es un sol!

Sus razones no eran más que las de una chica enamorada hablando de su amor platónico, pero él simplemente era perfecto.

Era lindo, amable, buena persona, tenía una buena familia...

Pero ese día, luego de tanto tiempo-días- viéndolo, pudo ver en algo que era malo.

—Matemáticas.

Ríe cubriendo su boca con sus manos.

—Kamado-kun ¿Necesitas ayuda?

Ambos se encontraban en la biblioteca, no había nadie más aparte del pelirrojo que se esforzaba por resolver los no cortos talleres que dejaba el maestro de matemáticas, Shinazugawa Sanemi.

Ella camina desde su mesa, oculta del pelirrojo por una sección de libros, hasta llegar a sentarse frente a él.

—¿Ts-, Tsuyuri-senpai?

Ella le sonríe.

Sus expresiones eran muy fáciles de leer.

—Él está "Sorprendido" y "Desconcertado".

Con una mirada lo sabía.

—¿Quieres que te ayude?

—¿Oh? ¿Ah? ¿Qué?

Él empieza a mirar hacia los alrededores, por fin dándose cuenta de que llevaba un tiempo absorto en su trabajo.

—¿Q-, Qué horas son?

—Ya son las 4 de la tarde.

—U-, Uh...

—¿Necesitas ayuda?

Él la mira unos segundos, luego suspira y agacha su cabeza.

—Por... favor.

Ella sonríe y luego de inclinarse levemente hacia él, empieza a explicarle cómo resolver el problema presentado en la hoja.

[ · · · ]

—Muchísimas gracias, Tsuyuri-senpai.

Tanjiro se inclina hacia ella, Kanao no puede hacer más que sonreír.

—Si necesitas de mi ayuda en el futuro, no dudes en preguntarme.

El de ojos rojos la mira, luego sonríe.

—¡Entendido!

Toma su maletín y da un par de pasos, luego se detiene.

Kanao también se había levantado y tomado su maletín, pero al verlo detenerse ella también lo hace.

—Ya que me ayudaste... ¿Quieres comer, Tsuyuri-senpai?

En algunos minutos más, ambos estaban entrando a una panadería-pastelería, era bastante famosa en los alrededores, sobre todo por su sabor.