Cap. 2 | Shen Jeong.

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;; 沉郑
Punto de vista de Sana.

Como todos los días, desperté temprano, lo suficiente para tener un rato libre antes de irme a la escuela. No obstante, mis padres vuelven a pelear en la sala principal, no es nada nuevo, así que prefiero encender la radio con tal de distraer mi mente aunque fuera un poco con la música.

—¿Qué diablos quieres decir? –dice mi padre, claramente alterado por alguna nueva o repetida acusación. Tal vez retomando la pelea de hace tres días.

—Haz lo que quieras con esas mujeres, pero no quiero saber nada de ellas... –responde mi madre con tono calmado, algo extraño en ella.

—¿¡Qué mujeres!? –esta vez, mi padre golpea algo contra la pared ocasionando un estruendoso ruido que incluso me hizo saltar.

Los golpes se hicieron presentes, lo sabía aunque no estuviese frente a ellos, con tan sólo escuchar el "No me toques" y "Déjame en paz" de mi mamá, sabía que él le había puesto más de un dedo encima.

Era absurdo, no podía simplemente ignorar todo lo que ocurría, pero tampoco tenía las agallas de ir y defender a la mujer que más amo... Sólo me quedó mirar por la ventana y llorar de impotencia. Odio esto, odio mi vida. Ni siquiera puedo soltar el llanto, pues lo último que necesito es llamar la atención de mis padres con mis lágrimas, prefiero pasar desapercibida y ahogar todo lo que siento.

[•••]

Pasaron varios minutos, los golpes y los insultos habían cesado, así que creí que ya era hora de salir de mi habitación e ir a la escuela; de otro modo iría más tarde de lo que ya voy.

Al salir, la primera imagen que me llevé fue la de mi mamá frente al altar a Buda que tenemos en la sala de estar, hincada, susurrando "Ayúdame, Buda" una y otra vez mientras movía el rosario que tenía entre las manos.

—¿Oíste todo en tu cuarto? –la voz de mi padre me sacó de casillas, pero no mostré signo de haberme asustado a pesar de que esto no fuera cierto. —No seas como tu madre, todo el tiempo está paranoica. –dicho esto, se puso sus zapatos y, tras varios instantes en silencio que parecieron eternos, él salió de casa, azotando la puerta después de irse.

—Me casé con él por mala suerte... Por favor, escucha mis plegarias. –escuché. Mi mamá había retomado sus oraciones, esta vez utilizando un tono más neutral, dejándome en claro que susurraba sólo porque él estaba aquí, es obvio que le tiene miedo a papá.

Me mordí el labio inferior sintiéndome una inútil, suspiré y sin avisar me fui de casa también. Si hablaba con mamá, ella no me escucharía, cuando comienza a orar, no hay nada ni nadie que la detenga, sólo ignora todo a su alrededor.

De camino a la escuela, habría estado totalmente perdida en mis pensamientos si no fuera por la radio de un hombre que leía el periódico en la calle, la noticia decía lo siguiente:

“Anoche, bajo la investigación de la policía militar, un editor clandestino fue arrestado. Usando como tapadera una librería, distribuían libros prohibidos. Los líderes fueron arrestados... La policía militar quiere que reporten a todos aquellos que parezcan sospechosos, no oculten a los criminales.”

¿Criminales? Sólo pude recordar a mis compañeras de clase que siempre parecían sospechosas a la hora de entrar a la escuela, cuando el instructor Bai les revisaba las mochilas... En especial a Ling Mina, pues ella tenía la extraña costumbre de traer cientos de lápices de colores, algunos con marca de otros países muy difíciles de conseguir. No es un pecado traer esas cosas, ¿Entonces por qué lo oculta como si fuera un pecado? Al entrar a la escuela, nuevamente la ví detenida por un supervisor, pero pasé de largo sin darle mucho tiempo a mirarla.

Detention [SaTzu]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora