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Narrador omnipresente.Una tarde de escuela, en un momento cualquiera, Sana y Tzuyu golpearon sus cuerpos al chocar en una esquina de los pasillos. Los libros de ambas cayeron al suelo y, mientras se ayudaban mutuamente, la curiosidad de Sana le hizo revisar un libro específico.
Este libro tenía poemas y dibujos en él, Sana no era tonta, sabía que había visto algo prohibido.
—Sana, ¿Se lo dirás a alguien? –preguntó Tzuyu cuando la vió irse, llamándole de regreso.
—Sólo era tu cuaderno de música. –le mintió.
Antes ella había visto a la señorita Xing Nayeon darles ese mismo libro a Song Dahyun y Yao Chae, diciéndoles “Manténganlo a salvo”.
Se había callado mucho tiempo pero no podía hacerlo más, no sabiendo que esta era su oportunidad para sacar de su vida a la señorita Nayeon de una vez por todas.
—¿Me prestas el libro que estabas leyendo? –le preguntó Sana a Tzuyu, pero ella se negó instantáneamente.
—No es mío. –le respondió la más alta.
—¿Puedes prestármelo? –insistió la otra, sin obtener ni una palabra de vuelta. —Olvídalo, lo conseguiré yo misma...
—¡Espera, Sana! –la chica mencionada se detuvo.
Tzuyu había dudado sobre si era buena idea hacerlo o no, pero al final decidió conseguir el libro por ella. Ese mismo día fue con Mina, quien tenía el libro y se lo pidió.
—Iré a ver a la señorita Shen durante el recreo, ¿Podrías prestarme el libro? –
—Oh, ¿De verdad? –preguntó Mina, creyéndole.
—Sí, de verdad. Pero no les digas que lo intercambiamos, nos meteremos en problemas si nos descubren. –
—No te preocupes, juro que no se lo diré a nadie. –y no, Mina jamás confesó haberle prestado el libro a Tzuyu.
Jamás lo dijo. Incluso en su lecho de muerte estando en la horca, no se lo contó a nadie.
—Sana, ¿Puedo leer algo contigo después? –le preguntó Tzuyu al entregarle el tan aclamado y prohibido libro.
—Claro. –le respondió ella, fingiendo una enorme sonrisa, misma que contagió a la chica frente a ella. Ambas sonrieron, parecían felices.
Pero Sana ocultaba algo bajo la manga.
Teniendo el libro en sus manos, no lo pensó dos veces, lo leyó e inmediatamente corrió a entregárselo al instructor Bai.
—Sana, haré todo lo posible para salvar a tu padre. –le dijo aquel hombre.
—¿Despedirán a la señorita Xing Nayeon? –cuestionó la joven. Realmente eso era lo único que le importaba.
—No te preocupes. El país te lo agradece. –concluyó.
Indirectamente, Sana había condenado no sólo a la señorita Xing Nayeon, sino que también había mandado a la horca a Dahyun, Chae, Mina, Tzuyu y a su adorada profesora Shen Jeong.
Fue ella quien las asesinó por un simple amorío. Todas habían muerto hasta ese momento a excepción de una.
Chou Tzuyu quedaba viva. Aún no daba ninguna declaración y si ella moría, no habría nadie más que pudiera decir algo sobre lo ocurrido.
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Detention [SaTzu]
FanfictionAmbientada en la década de 1960 en el Taiwán del período del Terror Blanco, las estudiantes Sana y Tzuyu se encuentran atrapadas y vulnerables en Greenwood High School, que se encuentra en una zona montañosa remota. El lugar que una vez conocieron h...