Ep.2 |Apuesta|

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Narradora

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Narradora

La mañana siguiente había comenzado, las clases fueron una sorpresa para los niños, no sabían que criaturas extrañas verían el día de hoy.

O tal vez sólo vean un simple gato.

— ¡Vamos Pansy, llegaremos tarde a clases! — insistía la rubia al ver como su nueva amiga guardaba sus cosas con tanta tranquilidad.

— Ya acabe, tranquila. — Ambas salieron corriendo de su habitación, en el pasillo de la entrada a la sala común había un grupo de chicos sin moverse, Parkinson los vio y se detuvo a tiempo, lástima que otras no. — ¡Cuidado!

La joven rubia se estrelló contra ese grupo de chicos, específicamente sobre el rubio que conoció en el bote la noche en que llegaron.

— ¡Por todos los sapos! — maldijo el rubio, ambos fueron levantados del suelo con ayuda de sus amigos. — Ah, eres tú Grey. — dijo al mirar a la chica, su rostro llevaba una mueca de disgusto por tremendo golpe.

— Lo siento, vamos tarde. — acomodó su falda y su cabello los cuales se desarreglaron notoriamente.

— Tranquilas, nuestro salón de pociones y encantamientos son los más cercanos a nosotros. — Dijo un chico moreno que se encontraba junto a los gorilas de Malfoy. — Tu debes de ser la hija de Grey ¿cierto? — la rubia asintió con una leve sonrisa. — Un placer, soy Blaise.

— Lucia. — ambos estrecharon sus manos con una ligera sonrisa.

— ¿No se supone que íbamos tarde? — gruñó la pelinegra con indignación.





[•••]





El aula estaba en silencio, el único ruido que se encontraba eran los bolígrafos rayar el pergamino que la profesora McGonagall, quien es ahora un gato, les pidió hacer.

La puerta fue abierta dejando ver a un azabache y un pelirrojo claramente llegando tarde, la rubia no podía apartar su mirada de ellos dos siendo regañados por la profesora, parecía como si ellos fueron un imán y ella una moneda de metal.

— Ambos son tan patéticos, no entiendo como los Weasley's pueden seguir estudiando aquí, son las pobres que los elfos domésticos. — Se quejó el rubio al ver al menor de los Weasley sentarse en el mesa banco de enfrente.

— Tu eres más patético al quejarte de algo que no te incumbe. — Dijo la chica con la mirada sobre el pergamino.

— No te hagas, te vi mirarlos a ellos dos, espero no pienses en emparejarte con alguno de ellos dos, me caes bien como para que lo hagas. — esto último lo dijo en un susurro menos audible.

Y no lo hacía porque no quería ser escuchado por la profesora, si no que no quería ser escuchado por la chica a su lado, jamás había hecho ese tipo de cosas y menos a una niña, era vergonzoso.

𝐌𝐚𝐥𝐟𝐨𝐲'𝐬 𝐛𝐥𝐨𝐧𝐝𝐞 𝐟𝐫𝐢𝐞𝐧𝐝 |𝐃.𝐌| [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora