𝐌𝐚𝐥𝐟𝐨𝐲'𝐬 𝐛𝐥𝐨𝐧𝐝𝐞 𝐟𝐫𝐢𝐞𝐧𝐝 |𝐃.𝐌| [EDITANDO]

Ep.16 |Cambio de Cuerpos|

Narradora

Las petrificaciones habían parado desde la última vez, aún así el espíritu navideño no decayó en Hogwarts, muchos de los alumnos decidieron irse a sus casas para estar un poco más seguros, prods decidieron quedarse para pasar navidad con sus amigos y ciertos Gryffindors para completar un plan que tenían.

En cuanto el castillo fue vaciado completamente (a excepción de los alumnos que se quedarían este año) la cena fue servida como lo era habitualmente, a excepción de la falta excesiva de alumnos en las mesas pues estas solo estaban llenas hasta un cuarto de tales.

— ¿Quieren adelantarse? Dejaré esto en la biblioteca de pasada.— dijo la rubia señalando el libro en sus manos mientras salía del comedor con sus amigos.

— ¿No quieres que te acompañemos?— le chica negó por lo que sus amigos decidieron hacerle caso y adelantarse a la sala común.

Cierta leona se paró de su mesa y caminó hacia el mismo rumbo que la rubia, dejando a sus amigos en la mesa para que continuaran con su parte del plan.

Lucía llegó justo a tiempo para dejar el libro pues las puertas cerrarían en pocos minutos, salió de la biblioteca y al instante sintió como un pequeño empujón en su hombro la hacía casi perder el equilibrio el cual volvió a la normalidad gracias a la mano aparentemente de la misma persona que lo ocasionó.

— ¡Oh por dios! Lo siento tanto Lucía.— Dijo Granger luciendo preocupada.

— No pasa nada Granger, yo tampoco me fijé.— dijo de una manera cortante pues su relación con la castaña no era muy buena del todo.

La mirada que transmitían ambas era tensa, ninguna se llevaba bien, pero el plan que tenía Hermione ameritaba fingir un poco de interés en ella.

— Por favor, acepta mis disculpas con este panecillo, mi madre me los envió por Navidad.— Extendió una linda caja transparente con un lazo rojo envolviéndolo para que no se abriera.

La chica dio un leve asentimiento tomando la caja y viendo el lindo panecillo con aparentes arándanos y nueces, se veía tan apetecible que en ese momento desató el lazo, abrió la caja y le dio un ligero mordisco.

— Tu madre cocina delicioso Granger, a la mía se le quemaron los postres la navidad pasada.— Ambas rieron casi al mismo tiempo.

— Me alegro que te guste, nos vemos luego Grey.— se despidió con la mano mientras caminaba hacia el otro lado del pasillo.

Lucía se quedó comiendo el panecillo mientras caminaba hacia su sala común, al terminarlo por completo sintió un leve mareo y rugido en el estómago "Tal vez no debí de comerlo tan rápido." Fue lo último que pensó antes de caer desmayada en el suelo.
Hermione salió de su escondite y con cuidado de que nadie la viera arrastró a la rubia hacia el armario de limpieza más cercano que encontrara, en donde tomó un poco de sus cabellos, su uniforme de Slytherin y algunos accesorios que tenía encima.