𝐌𝐚𝐥𝐟𝐨𝐲'𝐬 𝐛𝐥𝐨𝐧𝐝𝐞 𝐟𝐫𝐢𝐞𝐧𝐝 |𝐃.𝐌| [EDITANDO]

Ep.30 |Hogsmeade|

Narradora

El fin de semana tan esperado por los chicos de tercer grado había llegado, por fin podrían conocer el famoso pueblo de Hogsmeade, el cual solo con el permiso de sus padres podrían recorrer cada fin de semana por las tardes.

Los alumnos se encontraban reunidos en el centro del patio central, la profesora McGonagall era la encargada de recibir los permisos firmados por los padres y en señor Filch era quien los dirigía hacia las carrozas quienes esperaban afuera de Hogwarts.

— ¿Seguro que estarás bien? No quiero estar de lo más divertida allá y tú aquí solo.— dijo la rubia al azabache, quien no había conseguido la firma de su tío por... problemitas.

— Lucy, no hay ningún problema, tal vez repase algunos temas o tome una siesta, solo quiero que te vayas a divertir con tus amigos.— el chico dio una sonrisa haciendo que la rubia sintiera la seguridad de poder irse. Ambos chicos se despidieron y el azabache vio como su novia se alejaba junto con su grupo de amigos serpientes.

El gran grupo de alumnos se encontraba formados en espera de poder pasar a una carroza que los llevará al pueblo, para los más grandes ya les era normal la espera, pero para los recién llegados era una tortura esperar tanto.

— Deberían de dejarnos pasar primero, le diré a mi padre que nos hacen esperar tanto tiempo.— Se quejó Malfoy haciendo que sus quejas los escucharan todos en la fila.

— Mejor dile que te traiga un carruaje donde quepamos todos, porque solo caben 4 en una y 6 en otra.— dijo Blaise quien veía con atención el número de personas que subían conforme se iban liberando otras.

— ¡Por favor! Mis pies duelen de tanto que hemos estado parados.— Pansy de quejo mientras se movía y quejaba, les faltaba poco pero aún así la fila era eterna y creían no llegar nunca.

Después de unos minutos, el grupo de serpientes logró subir a una carroza amplia en donde pudieron acomodarse sin ningún problema y tuvieron un viaje tranquilo, el cual no duró más de 15 minutos pues el camino era corto.
Al bajar de la carroza, escucharon las indicaciones de Hagrid y después caminaron con total libertad por el sendero que los dirigía al pueblo.

— Escuché a unos de quinto decir que en las tiendas todos se ponen salvajes por querer comprar algo.— Hablo Blaise, pues conforme se iban acercando el murmullo de voces era cada vez más alto y molesto.

— Pues creo que no estaban tan equivocados.— La rubia apuntó a una tienda de dulces, la cual tenía una larga fila además de que en el interior de esta se veía como el montón de gente se peleaba por sus productos.— Son unos salvajes.

— Es obvio que no tienen el mínimo gramo de respeto.— Hablo la pelinegra a la par de la rubia, el cuarteto se dirigió hacia otra tienda que no tuviese tanta gente.

Caminaron un par de negocios más hasta que encontraron una tienda similar a la que habían pasado, solo que esta tenía al menos la mitad de gente de lo que tenía la anterior, lo que les ayudó a comprar sus cosas con tranquilidad.
Lucía se encontraba decidiendo que tipo de paletas llevar para la semana, cuando del otro lado del pasillo escucho las voces de sus amigos.