𝑀𝑎𝑘𝑒 𝑌𝑜𝑢 𝐹𝑒𝑒𝑙 𝑀𝑦 𝐿𝑜𝑣𝑒 || 𝐵𝑒𝑎𝑙 [𝑆ℎ𝑜𝑟𝑡 𝑆𝑡𝑜𝑟𝑦]

𓆸𝟎𝟎𝟐

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Mal y Ben corrían por el pasto, con las manos entrelazadas y riéndose con ganas mientras que sentían la suave brisa de verano rozaba sus rostros. Ben plantó un beso en los labios de su amada cuando se detuvieron, haciéndola sonreír.

Aprovecharon que el fin de semana lo tenían libre para tener una cita, de modo que apenas se desocuparon de sus labores reales emprendieron camino al Lago Encantado.

Ese día habían decidido hacer un picnic en una zona diferente a la que siempre visitaban. Era una especie de prado lleno de flores. Arreglaron su manta con una cesta repleta de comida y se sentaron.

Reían y conversaban, disfrutando de la tarde tranquila y el ambiente romántico del lugar. El ruido lejano del agua de la cascada lo hacía más relajante.

La reina ya tenía cuatro meses de gestación, unos que habían pasado volando a pesar de los síntomas que presentaba. Al estar relajados luego de superar el primer semestre, no estaban preocupados por muchas cosas. Discutían sobre como decorarían la habitación del bebé.

-¿Qué te parece un color que sea un punto medio entre el azul y el morado para las paredes? - le propuso Ben, acariciando su cabello mientras que ella tenía su cabeza sobre sus piernas.

-¿Azul-Violeta? - preguntó ella con una sonrisa divertida.

El castaño asintió.

-Tú sabes más de colores que yo.

Mal soltó una carcajada.

-Bueno, oír a Evie hablando de eso para sus telas y mis clases de arte debían de dejarme algo.

Su marido rió suavemente y tomó su mano.

-Eres toda una artista, princesa.

-Lo sé - dijo con orgullo.

Empezó a jugar con sus dedos entrelazados.

-¿Y qué quieres para las decoraciones? - preguntó él.

-Honestamente, me da lo mismo.

-Podríamos ponerle animales que tengan que ver con las historias de nuestras familias. Como por ejemplo bestias, dragones y pegasos.

Mal lo pensó unos instantes.

-Me parece una gran idea, cielo.

Siguieron conversando un rato más, hablando en la ropa que ya le había hecho su madrina, Evie. Viendo donde guardarían los regalos que les habían hecho para el bebé. Pensando en todo lo que necesitaban comprar antes de que ella o él naciera.