storge • n.h [book i]

viii

La música de FKA Twigs inunda mis oídos. Lo único que puedo hacer es pensar en Niall. Hace dos semanas que no hablo con él. En serio lo extraño pero no puedo estar con él sabiendo que siente cosas por mí. Ahora me siento primera en la fila y cada vez que me volteo y cruzamos miradas él me mira con odio, rencor. También me distancié de Eve y Kyle, incluso tuve una pelea con ella. Ella me fue a buscar a mi casillero, ella y Kyle obviamente saben que está pasando algo pero al parecer Niall no les dice nada, me dijo que aunque yo no la considere mi amiga ella si lo hace y que podía confiar en ella para decirle que pasaba. Sólo la miré de arriba abajo, cerré mi casillero y caminé lejos de ella. Ahora si estoy más sola que un perro.

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Hoy decidí llevarme comida de mi casa para la hora del almuerzo y comer en el patio detrás de la escuela. No puedo estar en la cafetería con Niall y Eve observándome con odio y al inocente de Kyle sonriendo como si nada pasara. Incluso comence a sentarme sola y adelante de todo en clase porque no soportaba la tensión entre Eve y yo, además estaban Niall y Kyle atrás. Mi vida esta yendo en picada.

Me siento debajo de un árbol y saco el tupper con comida y una botella de agua. Este lugar es lindo y tranquilo, solo hay dos chicos fumando y el armario del conserje. Todo alrededor está lleno de flores y no sé como a los idiotas que vienen a esta escuela no les puede gustar.

Mi tranquilidad se va a la mierda cuando escucho dos voces imposibles de no reconocer. Kate Taggart y Louis Tomlinson de último año están discutiendo en frente mío sobre no sé qué y tampoco me interesa. Esos dos siempre peleando y follando pero que yo sepa nunca han intentado nada serio. Yo los llamo enemigos con derechos.

Y cuando me doy cuenta, Kate Taggart esta caminando hacía mí.

–Hey –me da una sonrisa forzada, seguramente está mal por la pelea hace unos minutos– ¿Por qué tan sola mujer?

Le sonrio desconfiada. ¿Le cuento mis problemas a la extraña, candente y popular chica de la escuela o no? A la mierda.

–Digamos que tuve una pelea con mis únicos amigos reales en toda la escuela –le digo cuando toma asiento a mi lado.

–Déjame decirte que eso apesta –dice y toma confiada un trozo de mi comida.