Pesar

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Otro día más donde no recuerda lo que sucedió anoche, tantas veces ha sucedido que ya empezaba a normalizarlo más de lo que debería. Pero a pesar de estar resignado, aún quería luchar contra aquello que lo amenazaba noche con noche, no quería otro segundo más donde él no podía controlar su propio cuerpo, sentirse despojado del mismo y presenciando lo que más le disgustaba todo al mismo tiempo. Aunque a veces se preguntaba si ya formaba una esencia de él, que siempre estuvo condenado a ser así. 

Era una carga muy pesada y no quería que Kyle la cargara por él.  Pero debía hacer algo al respecto, no podría dejarlo pasar así un día más. 

Con mucha pesadez, se levantó del sofá, aquel donde su cuerpo lo guio anoche debido al cansancio extremo que presentaba y se dirigió a su cuarto a ducharse y cambiarse, debía ir a la universidad con Miguel, ya había tenido muchas faltas y no le sorprendería si reprobaba todas las materias. Sin duda podía imaginarse claramente las caras de decepción de sus padres y de sus profesores, hasta del propio Miguel, pues el único que sabía que pasaba era Kyle. 

Ahora que lo pensaba, no recordaba haber visto llegar a Miguel anoche, ni siquiera esa mañana; pero lo más probable es que había pasado la noche con el chinito. 

Bien, no tenía tiempo que perder, pero primero necesitaría un café bien cabrón para siquiera intentar despertarlo. 

Se sentía como si se lo llevase la chingada, sentía aún el sabor de la sangre entre sus dientes y su mente aún repetía el sollozo de las víctimas que cayeron a su merced. 

¿Vale la pena seguir levantándose cada día con ese peso sin descanso? ¿Vale la pena siquiera seguir existiendo? 

Y fue quizá casualidad, coincidencia o como quieras llamarlo, pero justo en el momento en que él empezaba a caer en ese pozo de nuevo, alguien sostuvo su mano para evitar que siguiera cayendo.

"Hasta la oscuridad más profunda desaparece con la luz más tenue" 

Sus pensamientos se desvanecieron para concentrarse en una cosa: la llamada entrante de Kyle. 

Esbozó una leve pero visible sonrisa y se dirigió a la mesita de la sala para atender el llamado. 

-¿Cómo estás? ¿Pudiste dormir mejor? Porque sé que nunca duermes bien.- fue lo primero que salió de la boca del chef.

-¿Qué comes que adivinas?- contestó con una sonrisa amarga, aunque claro Kyle no lo estaba viendo. 

- Algo me decía que tenía que llamarte, y aquí estamos. ¿Vas a ir a la universidad? Te llevo.- más que pregunta sonaba más a una orden. Sabía que no lo dejaría revolcarse en su soledad deprimente. 

Agh, quería dormir y nunca despertar, pero aquí seguía, vivito y coleando. No tenía más opción, de todos modos pensaba ir aunque no quisiera. 

-Bien, nomás deja que termine de guardar mis cosas.- habló mientras se dirigía a dejar su taza en el comedor para después lavarlo o cuando se acordara. Lo que sucediera primero.

-De acuerdo, te veo en 10.- y con eso colgó la llamada. Soltó un suspiro pesado, pero de inmediato se propuso a no dejarse caer de nuevo al menos en el resto del día. 

Esos iris que muchos envidiaban porque daban apariencia de un felino no sabía si eran un don o una maldición, aunque seguro por como estaba ahora en lugar de admirarlos a la mayoría le darían pavor por lo cansados y ojerosos que se veían. 

-Bien, no voy a dejarme decaer de nuevo aunque me sienta de la verga.- se propuso dándose a si mismo unos leves golpes a la cara como si eso lograra despabilarlo. Después de prepararse decidió llamar a Miguel para avisarle que iría a la universidad, a lo que este le contesto "vaya, ya era hora huevón".

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