Mito de la Creación

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En el principio de los tiempos, la tierra y el cielo no estaban separados y el Yin y el Yang aun no estaban divididos. Una masa caótica redondeada como si fuera un huevo comenzó a formarse con límites oscuramente definidos y contaminada con millones de gérmenes.

La parte más pura y limpia se separó y de ahí surgieron los cielos mientras que la parte más pesada y densa se desprendió y de ahí nació la tierra.

De esa forma primero de formo el cielo y consecuentemente la tierra.

A partir de entonces los seres divinos se formaron en ellos.

Se dice que cuando el mundo empezó a ser creado, el suelo del cual estaban compuestas las tierras, flotaba de una manera comparable a la de un pez que se retuerce en la superficie del agua.

Para ese tiempo algunas cosas comenzaron a formarse en el Takamagahara (Altiplano del cielo) y otras cosas también se empezaron a formar entre el cielo y la tierra. Una de esas cosas tenía la forma de un junco y se transformó en un Dios llamado Ame-no-minaka-nushi-no-kami, después nació Kami-musumi-no-kami y por ultimo Takami-musubi-no-kami.

Estas tres deidades nacieron independientes y sin forma.

Después de ellos aparecieron otras dos deidades de igual manera independientes y sin forma. Estas cinco deidades ocuparon un lugar muy especial entre los dioses celestiales.

A ellos les siguieron las siete generaciones divinas conformadas cada una por una pareja de un dios y una diosa, de los cuales Izanagi e Izanami fueron los últimos en aparecer.

Estos al contrario de los primeros dioses decidieron poner en orden el caos que existía en la tierra, y para esa tarea enviaron a la pareja más joven, al dios Izanagi y a la diosa Izanami.

—Pongan orden en esas tierras flotantes y háganlas sólidas.

Los dioses les dieron a la pareja una alabarda adornada con gemas con la cual podrían moldear la tierra a su antojo.

Con esa alabarda formaron la primera isla y se fueron ambos a vivir en ella.

Una vez ahí construyeron un gran pilar y un castillo magnifico, fue entonces cuando Izanagi preguntó.

— ¿De que estas formada?

—Mi cuerpo está formado de todo pero hay una parte que me falta.

—Me pasa lo mismo, mi cuerpo está formado de todo pero hay una parte que me sobra. Por eso he pensado, los hombres pensamos muchas cosas, he pensado con cubrir la parte que te falta con mi parte que me sobra y así formar la tierra.

—Me parece bien —respondió Izanami.

Caminaron alrededor del pilar como símbolo de su amor a los dioses.

— ¡Ah, qué hombre tan hermoso!

— ¡Ah, qué mujer tan hermosa!

Cuando nació su primer hijo notaron que había algo mal, era un niño-sanguijuela. No sabían que habían hecho mal así que pusieron al niño en una cesta y lo abandonaron en un río a su deriva.

Con duda en sus corazones fueron al Takamagahara con sus hermanos mayores en busca una respuesta.

—No ha estado bien que la mujer sea la que hable primero, regresen y hagan el rito correctamente.

Así lo hicieron en su siguiente ritual y tuvieron a sus primeros hijos, las islas de Japón

Después de haber procreado las islas Izanagi e Izanami pasaron a crear a los dioses.

Así lo hicieron con el dios del viento, en de las montañas, la de las praderas etc.

Crearon decenas de dioses hasta el nacimiento de su hijo Kagutsuchi El dios del fuego, quien al salir de las entrañas de Izanami la quemó por dentro dejándola moribunda y llevándola a su muerte.

Mitología Japonesa: Mitos y bestiarioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora