Capítulo 14- Decepción y Expulsión

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Shoto fue abriendo su mirar observado la habitación en la que se encontraba, estaba en la habitación de Bakugo y no estaba con él por lo que se preguntaba dónde se encontraba.

Se intentó levantar de la gran cama del rubio ceniza, pensó que caería al suelo como la primera vez con Bakugo en el hotel pero para su sorpresa no sucedió.

Recordó que en la noche Bakugo fue muy atento con él y cuidadoso, lo cual le sorprendía en cierta manera por como fue en la primera vez suponía que era para compensarlo por como había sido.

Tomó su Boxer que estaba tirado debajo de la cama, trato de buscar su pantalón y su camisa pero no estaban por lo que Bakugo sería quién se las llevó probablemente para lavarla ya qué a él no se le daba bien las tareas domésticas.

Aún recuerda cuándo se independizó y se mudó solo a un apartamento e intentó ocuparse de esas tareas para no solamente ser capaz de hacerlas si no por que la mayoría de omegas lo sabían hacer.

Lo cual él no tuvo por que aprender al vivir en una familia acomodada ya que tenían personas que hacían esos trabajos por ellos por lo que no tuvo necesidad de aprender los sin mencionar que en ese tiempo su padre lo entrenaba a muerte y no tenía tiempo para él.

Algo que muchas personas criticaron de él, por la sociedad era muy mal visto un "Omega que no supiera hacer las tareas domésticas".

Agradecía que ninguno de sus amigos y familia lo criticaran, eso en el fondo lo apreciaba y valoraba e incluso Bakugo en ningún momento le ha exigido lo que un Alfa suele exigir a un Omega.

Como lo son encargarse de las tareas del hogar, tener relaciones sexuales, abandonar su trabajo, tener hijos ya etc.

Definitivamente había juzgado mal a Bakugo, el no era un mal chico y tampoco le obligaría a hacer nada que no quisiera, su madre tenía razón y le debía una disculpa por ello.

Sabía que nunca debía juzgar a un libro por su portada y lo había hecho que menos que una disculpa le debía lo cual haría.

Se dirigió al closet de Bakugo tomando prestado una camisa y un pantalón, pantalón que terminó por devolver a su sitio al ser más grande que los suyos, era normal sus cuerpos eran completamente diferentes.

El cuerpo de Bakugo era de un Alfa completamente marcado y con unos músculos que muchos Alfas envidiaban, tenía buenos genes.

Mientras que el suyo era delgado, siempre y cuándo se mantuviera haciendo ejercicio podía tenerlo como el de un Beta que era ligeramente marcado.

Terminó por ponerse la camiseta de Bakugo que con toda la tentación terminó olfateándola, su aroma era el diferente, le gustaba más sus feromonas dulces.

Se dirigió a la puerta para salir de la habitación del contrario y buscar en que lugar se encontraba Bakugo y el por que había desaparecido.

Al salir de la habitación escuchó ruidos en la cocina por lo que de inmediato pensó en Bakugo cocinando algún de sus tantos platillos que cocinaba exquisito.

Caminó por el pasillo de madera que al llegar a las escaleras empezó a bajar los escalones con cuidado de no caerse y evitar una caída mientras se agarraba del soporte.

Al acercarse a la cocina un olor llegó a su nariz, era muy exquisito el olor y le hacía que su boca se le hiciera agua de tan solo olerla, su estomago al ser tan temprano rugía por alimentarse hasta satisfacerse.

Vio a Bakugo con un pantalón apretado con el pecho descubierto más que un simple mandil de cocina, su espalda era ancha y sus músculos estaban marcados, también había marcas de rasguños en ella.

Me perteneces [BakuTodo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora