VI- Enfrentando la verdad.

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Junmyeon se restriega las manos una contra otra, nervioso. Ellas no tienen la culpa de su malestar pero es lo único que puede hacer para darse ánimos. "Un hombre tiene que hacer lo que tiene que hacer." ¿Está preparado para esto? ¡Diablos, no!

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-Chanyeol, ¿me acompañarías a un lugar?

El alto lo mira curioso sin desenredar sus brazos y piernas del cuerpo de Junmyeon mientras yacen calentitos en la cama. Chanyeol es un gran oso panda cuando de arrumacos se trata.

-Claro que si. Solo déjame saber cuándo y si hay que matar a alguien...

Le hace señas levantando varias veces las cejas. Junmyeon se ríe de sus tonterías.

-No, no hay que matar a nadie. Al contrario, te pediría encarecidamente que, pase lo que pase y escuches lo que escuches, no intervengas, por favor. Es mi asunto y debo resolverlo yo solo. Sin embargo, cuando todo termine, seguramente voy a necesitar que sostengas mi mano.

El ceño de Chanyeol se frunce. Ciertamente es la primera vez que escucha a Junmyeon decir algo así. Hay mucha pesadumbre en la voz de su princesa pero su cara no le dice nada, está inexpresiva. Algo no se siente bien.

-Lo tengo.

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Mira la puerta del local con ojos vigilantes. Luego, su reloj. Ya debe estar al llegar si no ha calculado mal los horarios. Claro que no es como si tuviera mucho conocimiento; el pasar de los años los ha convertido en extraños. Junmyeon suspira pesadamente. "Arriba, sabías que este día llegaría. No te acobardes ahora. ¡Fuerte!" Se gira y mira la delgada mampara de doble bisagra que divide el salón de la cocina. Chanyeol lo espera ahí con su amigo y su pareja.

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-¿Hola?-

-Hola, soy yo.-

-Sé que eres tú, tengo tu nombre en el identificador. Solo que estoy sorprendido; gratamente sorprendido, debo reconocer.

-JongIn...- Junmyeon se traba con las palabras.

Conoce al hombre de toda la vida, no debería ser tan difícil hablar con un amigo, ¿no?

-¿Si?- dice el aludido al otro lado de la línea.

-Necesito tu ayuda.

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La puerta del bar de Minseok se abre con el típico sonido de una campanita. Dos figuras entrelazadas se adentran. Cabello negro como la noche abraza a cabello rosa brillante. Las voces se dejan oír.

-Ya dime, hyung, ¿qué pasa? Jamás se te ha dado el misterio, ¿sabes? Aquí el que crea historias soy yo...

Baekhyun intenta sonsacar información de su pareja, no lo logra. El silencio del bar es la primera señal de que sucede algo inusual. Se vuelve. Hay una sola mesa ocupada. Hay una sola persona que espera. El rostro sonriente del chico se va ensombreciendo lentamente. Ha reconocido al que aguarda pero, aún así, no logra entender de qué va todo esto.

Su cuerpo gira en automático. Está claro que quiere salir de allí pitando. Pero las manos de su pareja lo detiene, sosteniéndolo por la cintura, y lo obliga a mantenerse de frente a aquella mesa en particular. Es tan rara esta actitud de JongIn: Baekhyun se siente como un ratón que ha caído tontamente en la ratonera. Desde la mesa, su hermano mayor lo observa con una mezcla rara de emociones que al pelirosa no le interesa para nada desentrañar. Sin embargo, hay una opresión en su pecho que lo está incomodando mucho.

Hyung. La entrega.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora