VII- En defensa propia.

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La mano de Chanyeol sube y baja despacio por su espalda, increíblemente suave para una piel dura habituada al calor de los fogones. Él descansa la cabeza sobre el pecho del hombre, semi agotado por todos los sucesos de las últimas horas. Desgarrador, triste y fulminante fue el encuentro con BaekHyun y él no procesa bien los sentimientos cuando se agolpan de esa manera, como hojas secas, e intentan ahogarlos.

Gracias a Dios, Chanyeol no ha dicho una sola palabra de todo lo sucedido, no ha juzgado, no ha tomado partido. No se equivocó al pedirle que lo acompañara, si bien sus miserias quedaron expuesta ante el hombre, también le brindó el brazo para sostenerse.

Después de todo aquel caos, el alto le pidió las llaves del auto, le preguntó si prefería ir a algún lugar en concreto y condujo a su apartamentito cuando él negó como respuesta a su interrogante. Desde entonces han estado echados en el sofá, solo así, uno sobre otro, en silencio. 

-Alguien me dijo alguna vez que si bajaba la cabeza todo el tiempo me iba a convertir en ganado. En ese entonces no entendí muy bien lo que quería decirme, ahora lo sé.

El alto lo reacomodó entre sus brazos y le besó la cabeza.

-El mundo donde vivo es un lugar cruel que no da segundas oportunidades: quítate tú que me pongo yo. Puede escucharse como una excusa pero es real. Chanyeol... mi hermanito me miraba con admiración, yo era su héroe... siempre colgado de mi brazo, pisando mis talones, berreando detrás de mi. Y un día decidió que no jugaba más con las reglas que esta sociedad nos impone, solo así, asumió su posición y fue hacia adelante, nada más. ¿Cómo se puede enfrentar al mundo de esa manera cuando lo que hay allá afuera es más fuerte que tú?

-La vida es dura para todos, mi princesa, y pega duro, con el puño cerrado, justo en tu estómago. La diferencia la haces tú mismo al enfrentarla porque ella nos maltrata por igual.

-Desde mi altura he visto a muchas personas romperse el alma y no salir nunca del lodo. Así que me quedé quietito y dejé pasar los años. No podía averiguar qué era eso que me faltaba, incluso si tenía una sospecha, pero estaba seguro en mi bola de cristal. Solo me resigné. ¿Eso me hace una mala persona? ¿Soy un monstruo? Nunca entendí por qué mi hermano escogió el camino difícil hasta ese día... 

Junmyeon se estremece. Chanyeol siente curiosidad.

-JongIn me texteó. Iba a confesarse en la fiesta de cumpleaños de BaekHyun con toda la parafernalia que lleva la ocasión: globos, cena romántica, amigos y hasta un maldito anillo. ¡Mi amigo sonaba tan feliz!  La reunión fue en el bar de Minseok y yo... yo no pude entrar. Los observé por la vidriera. A mi hermano le brillaba el rostro, daba brinquitos en la punta de los pies y se dejaba enñoñar por JongIn. Si, él escogió el sendero largo pero ahora tiene una vida suya, que le pertenece completamente, mientras que yo solo soy una sombra...  

Junmyeon suspiró pesadamente, ¿arrepentimientos? Quizás. Eso solo lo sabe su corazón. Pero la tristeza de su voz es tan grande que hiere los oídos de Chanyeol.

-Entonces, me fui a tu bar. Pensé: en este hueco sucio del fin del mundo puedo desaparecer por unas horas. Aquí nadie me conoce. Era un sentimiento tan agradable en ese momento. Bebí como un desalmado, aunque bueno eso ya lo sabes...

-Ahora voy a mostrarte cuan hijo de puta puedo ser... me alegro mucho que todo eso haya pasado, porque llegaste a mi vida. 

-¡Maldito!- Junmyeon quiere sonar ofendido y rudo, sin embargo, se riega sobre el pecho del hombre donde se siente cálido y acogido.

-Te vi en cuanto entraste al bar. Estaba reponiendo el hielo. Era imposible no mirarte. ¡Estabas tan fuera de lugar! Mi clientela no pasa de gente humilde, trabajadores sobreexplotados, jóvenes jugando a ser matones de barrio y algún que otro típico marido abandonado por otro con más dinero. Fue como si la luz de la luna penetrara en una cueva oscura.- a Junmyeon le gusta saber que la primera impresión que dejó en Chanyeol fue así de luminosa incluso si él sentía todo lo contrario - Me pregunté: ¿qué diablos hace este figurín de pasarela fancy en mi bar? Es más, hice una apuesta con Yifan y todo. Trescientos wons a que tenías mal de amores y venías a ahogarte en alcohol.

Hyung. La entrega.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora