Plan fallido

162 19 10
                                    





Las dos hermanas brincaron del susto al escuchar aquella voz.

– ¡Ibiki-taicho! – exclamo Hinata, pues el hombre había parecido de la nada tras ella.

– Hinata termina con esos documentos, sígueme – lo último le dijo a una nerviosa Hanabi.

– sí, señor – Susurro Hinata.

No entendía bien que pasaba, jamás en su vida pensó que esos dos se hablaran. Sabía muy bien el miedo irracional que le tenía su hermana a su superior.

Esperaba desde el fondo de su corazón que su hermana no estuviera en problemas, algo difícil conociéndola, pero esperaba que no la tuviera que visitar en una de las celdas. Estaría pendiente cuando saliera de la oficina del capitán, debía saber en qué se había metido.

Se sentó en el pequeño escritorio que tenía al costado de la oficina del capitán, debía terminar con su trabajo lo antes posible para lograr interceptar a su hermana.





Se sentía agotada metal y físicamente, había hablado y hablando sin parar por prácticamente una hora, una maldita hora ¿y todo para qué? Para nada, así es para nada.

Aquel hombre aterrador la había escuchado atentamente, mirándola con esos ojos fríos, sombríos y penetrantes. Asustándola de muerte cuando lo vio fruncir el seño cuando dijo sobre el matrimonio de Hinata.

¿Creen que fue fácil para ella? Claro que no, estuvo pensando y pensando, debatiéndose entre decirle o no lo del matrimonio de Hinata. Pero necesitaba su ayuda así que debía ser sincera si quería que el tipo la ayudara.

¿Pero que había conseguido al final? Nada, más que sustos de muerte, porque si, se llevó otro susto de muerte, que, aunque quería olvidarlo no podía.

Cuando menciono que quería su ayuda para emparejar a su querida hermana con el ultimo Uchiha, Ibiki Morino había arrugado tanto su cara, que sintió a su alma salir de su cuerpo. ¡Demonios!, tuvo tanto miedo, la peor imagen del mundo, podía jurar que había un aura oscura en el hombre.

Eso fue lo último que dijo, pues temía ver a ese hombre seguir apretando los puños, como lo estuvo haciendo, por un momento pensó que la golpearía o algo así.

Luego de eso estuvo prácticamente cinco minutos sentada frente al hombre que la escrutaba con la mirada.

– me encargare de todo, puedes irte –

¡Eso fue lo único que le dijo! ¿Qué se supone que significa eso? ¿Él le buscaría alguien a su hermana? Le daban ganar de reír a carcajadas de tan solo pensarlo, por nada del mundo podía imaginar a ese hombre siendo un casamentero.

Oh diablos, ¿qué iba a hacer ahora? No sabía lo que haría ese hombre, pero ella debía actuar ya. No podía permitir que algo malo le pasara a su hermana.

Debía buscar a alguien más.

Siendo una Hyuga honorable e inteligente, aparte de hermosa claro está, activo su Byuakugan, debía salir de ese maldito lugar sin ser detectada por su preciosa hermana. Kami sabe que no le puede mentir a su hermana muy bien que digamos, por más dotes de actriz que tenga, su hermana conseguía de una u otra manera descubrirla.

Un claro ejemplo era que ya estaba investigando quienes estaban hablando e ella y el Uchiha, prácticamente había preguntado a cada comerciante. No sabía que su hermana podía ser tan insistente. Realmente esperaba que no la descubriera, bueno al menos no por ahora.

No fue tan difícil como pensó, pudo salir casi sin esforzarse, al parecer su querida hermana tenía mucho trabajo.

Ni bien llego a la mansión saco su lista de requisitos, debía encontrar a alguien. Pero sinceramente no se le ocurría a nadie, en Konoha nadie cumplía con sus requisitos.

Si tan solo Naruto estuviera soltero podría emparejarlos. Revivir la llama del amor en su hermana. Él con su puesto podría salvar a su hermana fácilmente, pero no, el muy idiota estaba tras una chica, y su hermana ya lo había superado diciendo que era admiración y no amor y no se acuerda cuantas cosas más, no estaba prestando mucha atención.

Tal vez solo debía pedir ayuda a todos sus amigos y asesinar a ese Feudal. Aunque eso los metería en grabes problemas, probablemente tendrían que desertar o estar tras una reja, con los buenos que eran seguramente se entregarían, ella no planeaba hacer tal cosa.

Esa sin duda era uno de los motivos por los cuales no les decía nada, pero solo si era necesario lo haría. En caso de emergencia matarían a ese rabo verde, de eso no tenía duda.

Si todos sus planes fallaban, debían matarlo, aunque eso le causara desertar de por vida.

Miro su otra lista donde estaban todos los prospectos, todos estaban tachados ahora, con el hombre del Uchiha tachado no quedaba nadie. Bueno, si había alguien.

Prácticamente era el último recurso, porque vamos no quería ver a su hermana con ese otro rabo verde, pero definitivamente era mejor que ese viejo Feudal.

...

...

...

Ya en su camita se acordó de algo que no le había dado importancia. Las últimas palabras del capitán Ibiki Morino.

– no insistas con el Uchiha, no tiene esas preferencias –

Cuando le dijo eso podía jurar que había una pequeña mueca divertida en aquel tenebroso rostro.

Bueno, ahora todo tenía sentido, porque tanta atención a Naruto. Claro solo por eso no podían hacerle caso a su hermana.

Ahora todo tenía mucho sentido.





– ¡achu! –

«Diablos» pensó el azabache.

Se iba a enfermar, hace rato también había estornudado. Y un Uchiha jamás estornudaba.

Sentía que días difíciles se le venían.





Continuará...


Siento mucho la tardanza, espero les gustar el cap que fue algo corto, lo se . 

Los amooo!!

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Sep 08, 2021 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Misión: Encotrar un novio a Hinata-nee-chanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora