"Tal Vez"

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Cansado de pronunciar el nombre de su hijo una y otra vez cada día y noche, esperando ancioso que escuche su voz y responda en el silencio de su soledad.

El padre de aquel muchacho deja caer su cuerpo con pesadez sobre el  pequeño sillón de aquella habitación de hospital,su aspecto es demacrado y comprende con pesar que los años no han transcurrido en vano.

Han transcurrido ya cinco largos años desde aquella fatídica tarde,no hay día que el arrepentimiento no lo castigue con behemencia.

Sus manos tiemblan producto del nerviosismo que abruma todo su ser,sabe que es posible que su primogénito no despierte más y aquello pesa demasiado,sabe que quizás un día se tendrá que despedir sin poder pedir perdón a su hijo.

Cierra los ojos y deja caer su cabeza hacia atrás,tratando de ocultar las lágrimas que recorren su rostro en silencio,los recuerdos de aquella tarde lo invaden y ríe con pesar.

_¡Que tan mal padre fui contigo hijo mío! Quizás y no tengo derecho a ejercer ese título contigo,después de todo olvide tu cumpleaños ¿Cómo pude olvidar el día que naciste?_

_¡Que tan infeliz fuiste viviendo bajo mi techo! ¡Cuánto pude haberte lastimando!

Aquellos son los lamentos que pronuncia con la voz quebrada,anhela poder retroceder el tiempo y poder amar a su hijo como siempre tuvo que haberlo hecho.

De pronto su soledad termina al escuchar como la puerta de la habitación es abierta y tras de ella,escucha los ligeros pasos de su esposa quien sonríe con pena al ver al hombre que aún ama.

La situación entre aquella pareja no es la mejor en estos momentos, aunque saben que se aman,no parece ser suficiente para afrontar toda la tormenta que llegó a sus vidas.

Ahora viven separados,saben que es la mejor decisión que pudieron tomar, las discusiones eran constantes entre ambos y solo se lastimaban culpandose entre ambos,buscando un responsable por el estado actual de Kyung-soo.

La joven esposa del señor Do se acerca hacia el cuerpo de Kyung-soo y acaricia las hebras de su cabello azabache en silencio,mientras sus ojos observan las cicatrices que habitan en la piel de las piernas del menor.

Aquellas son las marcas de una batalla por seguir aferrándose a una vida

_¡Eres fuerte Kyung-soo! Debes de despertar aún tengo que obtener tu perdón!_

aquellas fueron las palabras dichas por la joven señora mientras sus labios dejaban un gasto beso sobre la gente blanquesina del muchacho.

El cambio de la actitud de su madrastra y padre había sido tardía,comenzaron a aceptar que amaban a aquel jovencito cuando la vida se dispuso a arrebatar el ángel que no supieron valorar.

_¿Qué has decidido?_ pregunta con voz serena mirando el rostro demacrado y cansino de su aún esposo.

_Lo desconectarán dentro de 48 horas_

dijo con la voz casi inaudible y un llanto ahogado,el nudo en la garganta no dejaba salir sus palabras con claridad.

No fueron necesarias más palabras,solo tuvo que sentir el calor de los brazos de su amada compañera de vida sobre su cuerpo para derrumbarse y llorar desconsoladamente.

Todo terminaría una tarde primavera,mientras el cantar de las aves alegraban los corazones ajenos y un arcoiris se dibujaba bajo el firmamento.

Do Kyung-soo dejaría este mundo sin haber disfrutado la vida y su existencia misma,con tan solo 21 años se despediría sumergido en un profundo sueño.