— ¿De verdad Gorou? ¿El chico con el que solo hablas sobre cosas de libros y hacer tarea? ¿Gorou el que siempre está junto al pendejo de Itto y el cara de pija de Scaramouche? — Cuestionó Yoimiya con sarcasmo; pues, obviamente sabía quien era Gorou pero molestar un poco a su amigo nunca era malo, ¿cierto?
— ¡Oye! ¡Nosotros también salimos a pasear! A veces... una vez cada dos semanas... ¡Pero es porque Itto y Scara siempre están queriendo separarlo de mí! — exclamó con irritación en su voz, el hecho de que le recordarán que ya no era tan cercano a Gorou como antes lo ponía de malas. Aún más a sabiendas que tenía que soportar verlo junto a esos dos tipos.
Suspiró cansado y se acostó sobre su pequeña cama. Ayaka se compadeció de su amigo y le dio un par de palmaditas en la cabeza al chico.
— Kazuha, ¿No crees que estás siendo algo infantil? — El nombrado bufó, ganándose así un par de risas por parte de sus amigos al verlo actuar de esa forma.
— Bueno, lo admito, lo admito. Tal vez si estoy siendo infantil. ¡Pero es culpa de esos dos! Si tan solo no me alejaran de él como si fuera una plaga... — le respondió aún con la cabeza entre sus almohadas, tratando de no hacer contacto visual con ninguno de sus amigos, los quería y sabía que no lo juzgarán por sus sentimientos, lo sabía.
Pero también sabía que primero Yoimiya y Thoma se burlarían en su cara por el berrinche que estaba haciendo en esos momentos.
— El gran Kaedehara Kazuha sufriendo por amor. ¡Impresionante! Deberíamos empezar a hablar más con Gorou, de paso felicitarlo por hacer lo que jamás creímos pasaría. — se burló Yoimiya. Riendo fuertemente cuando Kazuha le aventó con fuerza todas las almohadas que momentos antes le servían para ponerse cómodo.
— ¡No le pegues a mí pobre hermana! La vas a dejar más pendeja de lo que ya está. — Thoma se aguantaba las ganas de reírse de Yoimiya en su cara, pero se aguantaría solo porque si no lo hacía su hermana lo acusaría con Ayato, ¿y quién querría quedar mal frente al chico que le gustaba?
Nadie, solamente gente idiota (con todo respeto).
— ¡Es imposible quedar más pendeja de lo que ya se es! — se defendió.
— ¡Mentira! ¡Has visto con tus propios ojos que cada día se hace más idiota! ¡¿Y aún así lo niegas!? —
— ¡Silencio! — gritó enojada Ayaka. — Thoma, ¿Estás ayudando a Yoimiya o qué carajos? No, ¿Sabes qué? No importa. — murmuró algo alto la chica. — Se supone íbamos a hablar sobre Kazuha y Gorou, no de si tú hermana es pendeja o no. — Dijo tratando de recobrar el órden en el lugar.
— ¡Exacto! Yo nada que ver en la conversación, cabrones. — farfulló indignada.
— Si, bueno. Igual todos sabemos que si estás pendeja —
— Vete a la verga, hermanito del alma. —
— ¿Premio o castigo, culera? —
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Yep, dije que la historia tomaría un curso diferente a la historia original. Aunque estoy tratando de que el "humor" de antes no cambie demasiado.