La guerra siempre es la respuesta -EdwardxJacob-

3.- Los recuerdos

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"Su mente está llena de guerras, de personas que yo conocía y de besos robados en la oscuridad de nuestro final inevitable"

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Jacob entraba y salía de la inconsciencia bastante frecuentemente haciendo difícil para nosotros llevar nuestras preocupaciones a él sobre toda la información que trajo desde donde sea que viniera. Por mucho que nos gustaría sacudirlo hasta obtener explicaciones ("No Rosalie, no haremos eso") teníamos que esperar. El estallido de actividad que lo llevo a bajar las escaleras y convertirse a su forma de lobo le costó más de lo que debería y papá tuvo que trabajar duro para remendarlo de nuevo cuando se abrieron las heridas internas.

El pequeño idiota balbuceo que estaba bien e intento pararse durante la operación, me divertí dejándolo inconsciente para que nadie de la recién reclamada manda (a regañadientes incluyéndome) muriera del puro estrés y la preocupación.

Pasadas quince horas de dar vueltas alrededor el mutismo en el que nos sumimos se rompió.

—He esperado lo suficiente—un recién llegado Charlie le grito a Bella cuando ella intento hacer que volviera a casa a dormir. El hombre se había marchado solo con la condición de que Billy lo acompañaría para explicarle por qué exactamente su hijo adolescente se transformaba en un enorme lobo salvaje y nadie se inmutaba al respecto, pero ahora regresaba con toda su fuerza. —Billy me contó lo que es Jacob y no soy un imbécil, puedo escuchar la palabra vampiro y sumar dos más dos Bella—Él gruño.

"No puedo entender porque lo oculto de mí, porque creyó que no podía confiar en su propio padre con algo tan grande" Su mente se arremolinaba de pesar y su dolor por las cosas que Bella le oculto era grande en su pecho. Nadie le había explicado todavía que era por su propio bien, que en realidad nosotros no podíamos decirle a menos que quisiéramos su muerte.

—No son malas personas papá, ellos son vegetarianos y no hacen daño a nadie...—Charlie bufo, lo podía ver rodando los ojos con esa característica mueca suya en la que ninguna explicación por muy racional que fuera podría atravesar su grueso cráneo.

Jacob parpadeo pesadamente en la cama ante los ruidos, alerta en segundos ante cualquier cambio inesperado a menos de quince metros a su alrededor. El chico miro a su alrededor con los ojos nublados de un sueño que ya se estaba desvaneciendo, tenía muchos de esos y no siempre eran buenos, pero este en especial fue uno de los más tranquilos hasta ahora. Estaba un poco molesto por que lo hayan interrumpido porque sabía que sería difícil sino imposible que volviera a relajarse tanto como para dormir así otra vez.

Seth a su lado estaba acurrucado y profundamente dormido con la frente apoyada en el hombro sano de Jacob y pude ver el momento exacto en el que todo instinto de supervivencia le grito al hombre lobo herido que había alguien en la cama con él y que por alguna razón no era la presencia que esperaba al despertar, el peso era inexacto, la temperatura estaba mal y el aroma era diferente; Jacob casi salta de la cama si no hubiera girado la cabeza para mirar y se hubiera topado con el rostro dormido de Seth.

"No es un sueño" La mente de Jacob suministro primero y luego inmediatamente después: "Estas aquí, no me dejaste"

Esta era la razón principal por la que ninguno de los tres nos ausentábamos demasiado de la habitación del lobo. Jacob necesitaba el recordatorio de que no estaba más en aquel futuro en el que nos perdió a todos.

—Leah regresara pronto—Suministre al ver que Jacob pasaba los ojos por la habitación buscándola. Los ojos café se clavaron en mi—Hola—Salude torpemente cuando Jacob solo me miró fijamente sin rastro de pensamiento o reconocimiento como con los demás.