enemies on ice [noren]

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Era increíble como el tiempo pasaba tan rápido, incluso como todos los detalles que al principio eran emocionantes se volvían cada vez más normales y la calidez estaba ahí, pero su corazón ya no se sentía como si hubiera vuelto de un maratón solo porque Jeno le comprara un café o le preparara la cena.

Ambos se alegraban de que si incluso el patinaje y el hockey fueron cosas con las que aprendieron adaptarse, contando con los entrenamientos, las competencias, juegos, con sus clases y sus—obligatorios—promedios perfectos su relación seguía siendo lo más emocionante que tenían en su vida. Cosas como la adrenalina de ambos haber pasado a las finales seguía ahí, estaban orgullosos pero nada se comparaba con el sentimiento de tener al otro, porque por primera vez ellos tenían a ese alguien especial.

Renjun subió al colchón luego de dejar el vaso con agua en las manos de Jeno, se colocó detrás del rubio y comenzó a masajear sus hombros.

-¿Estás bien?

El rubio no respondió por un buen rato, simplemente se quedó mirando hacia el frente, no fue hasta casi un minuto más tarde que tomó un trago de agua y suspiro.

-¿Tu crees que ganemos?

Renjun tarareó antes de continuar con el masaje.

-¿Importa lo que yo creo?

-Por supuesto que importa lo que tú creas.-dijo mirándolo con el ceño fruncido.

El mayor asintió pasando sus brazos por su cuello, dejó su rostro al lado del contrario y sonrió.

-Por supuesto que creo que ganarán, sino, ¿Qué clase de novio sería?

Jeno soltó una risa.

-¿Pero somos buenos?

-Son los mejores, y eso que se mucho de hockey.-presumió.

Jeno negó aún sonriendo, Renjun en realidad se había esforzado por aprender sobre el hockey, aunque no había sido mucho al menos siempre tenía pendiente la posición de Jeno y se aseguraba de contarle a todos que "Mi novio juega en la posición de defensa" porque eso parecía importarle mucho a la gente, según Renjun.

-Estoy más calmado.-cuando Renjun se apartó de detrás suyo se terminó recostando para mirar hacia el techo.-Ojalá pudiéramos tener sexo.

El mayor golpeó su abdomen antes de negar.

-La ciencia...

-La ciencia es estupida.

-No, no lo es.-lo señaló antes de ponerse de pie.-Vamos por tu uniforme.

-Esto es tan injusto.-susurro aún sin mirarlo.

Renjun soltó una risa buscando su abrigo, el cual había dejado en la cocina por alguna extraña razón.