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Hakkai Shiba jamás se había considerado a si mismo como una persona atenta a los detalles, de hecho a su parecer era bastante despistado con la gran mayoría de las cosas, desde sus propias necesidades hasta su trabajo. Pero si había algo que le caracterizaba, era ser atento a los detalles que conformaban a aquellos que quería.
Por ejemplo, sabía cuáles eran los rollos favoritos de sushi de Yuzuha, los diálogos que más emocionaban a Yuu de Harry Potter o lo mucho que Yukine amaba la pareja que hacían la dulce princesa y Marceline aunque jamás lo hubiesen dicho en voz alta.
Y si había alguien, sobre esas personas, a la que le prestaba especial atención a sus detalles era Takashi Mitsuya. Desde el tono de lila exacto de su cabello hasta el como prefería el café frío antes que el caliente porque alguna vez Yuki le dijo que se veía más bonito. Hakkai había memorizado en su mente la forma de sus finos y herméticos labios, podía sentir en sus manos el tacto de su tersa y firme piel aún sin tocarla y al cerrar los ojos podía recrear una exacta copia de su dulce y expresiva mirada.

Y aún así, con todo aquel conocimiento, jamás hubiese podido estar preparado para la increíble felicidad, orgullo, excitación, euforia y amor que le provocó el simple hecho de escuchar como le llamaba “alfa”
Porque Mitsuya Takashi podía ser cualquiera cosa, menos impulsivo y Hakkai tenía la certeza de que si esa palabra salió de sus labios, fue por el absoluto deseo de hacerlo.

—¿Hakkai? — pregunto Takashi, después de que el aludido se quedará en silencio, por un momento temió haberle incomodado al llamarle de esa manera que se podía percibir como tan íntima.

El alfa peliazul no le contesto, pero si reaccionó. Tomo su cintura con una combinación perfecta de pertenencia y dulzura, y se movió hasta quedar sobre el, sin apoyarse para evitar recargar su peso en el omega. Hakkai se inclinó hasta que sus labios hicieron contacto con los contrarios en un suave vaivén que ninguno se sentía con la fortaleza o ganas de acabar.

Se movían con armonía, como dos piezas hechas especialmente para encajar de esa manera. El deseo y el cariño mezclándose como uno solo hasta que el Takashi sintió el mundo a sus pies cuando la rasposa pero amable voz de Hakkai hizo eco en la habitación, pronunciando con ternura “omega” a secas. No añadió nada más y es que realmente no había necesidad de hacerlo, la unión era obvia pese a no haber una marca; estaban ahí, como alfa y omega.

Cabe decir que el resto de la noche es historia, o el comienzo de una.

•••

Al día siguiente lo primero que Takashi vio al despertar fue el rostro durmiente de Hakkai, expresaba suficiencia y tranquilidad. Supuso, pues el se sentía de la misma manera, como si pudiese morir en ese momento y hacerlo en paz.

El sentimiento no le duró mucho, no cuando tienes hijos.

El constante sonido de los golpes en la puerta le sacaron de su oasís tan rápido como aparecieron, como siguiente acto la voz de Yukine se hizo escuchar.

—Tengo hambre, salgan o soplare y soplare y la puerta derribaré! — le escucho.

Takashi agradeció haberle enseñado a los gemelos a tocar la puerta antes de ingresar a cualquier habitación, porque habría sido realmente difícil de explicarle a dos niños de siete años la razón por la que su padre estaba desnudo con otra persona a su lado en las mismas condiciones. Se apresuro a cubrirse con las sábanas y dirigió su mirada a Hakkai, que seguía dormido.

—¡Oye, despierta vago! — Hakkai se removió, pero únicamente para darse la vuelta y quedar boca arriba, aún más expuesto y dormido igualmente.
Takashi no pudo evitar intentar mirar hacia abajo, pero un nuevo golpe a la puerta le interrumpió. Cómo medida de desesperación, atino una débil pero efectiva bofetada a Hakkai.

Efectiva, porque se despertó de inmediato sobresaltado. El peliazul se quitó el cabello de la cara apenas se recobro y miro a todos lados desorientado, hasta que se tipo con la mirada de Mitsuya.

—Ponte algo — fue lo que le dijo y el mismo se levantó y lo hizo, observo como Hakkai a sus espaldas obedecía y entraba al baño, así que cuando el ya estuvo listo, abrió la puerta.

Tras está estaban ambos niños, Yukine tenía pintas de llevar despierto al menos un poco más que Yuu, el cual llevaba el cabello apuntando en todas direcciones, con ojos adormilados que estaban fijos en el suelo.

Volteo solo para observar la hora en el reloj de pared, 9:36am. Suspiró con cansancio por estar despierto tan temprano en día de descanso.

—Tengo hambre — repitió su hijo mayor.

—Si, se notó — murmuró con fastidio el. —Esperen en la sala, ya voy.

Yukine obedeció de inmediato y se fue, arrastrando a Yuu, que había estado cerca de quedarse dormido de pie.

Cerro la puerta de la habitación, camino hasta la cama y se volvió a tirar ahí, arrepintiendose de inmediato cuando un ardor le recorrió cierta zona.
Soltó un quejido justo cuando Hakkai salía del baño, su largo cabello azul estaba húmedo y pequeñas gotas de agua caían por el, llevaba una toalla en los hombros y ropa cómoda, para estar en casa.

—¿Estás bien? — pregunto en tono preocupado, acercándose rápido a la cama.
Se puso de cuclillas junta está, quedando a la altura de Takashi, quien estaba recostado.

—No, por tu culpa — contesto con la voz ahogada al estar boca abajo contra la cama, su respuesta era claramente una broma.

—Perdón, bonito. — musitó, en tono lastimero —Prometo tener más cuidado la próxima vez... ¡Solo si quieres una próxima vez, por supuesto! — su voz paso de expresar completa preocupación y pena a nervios y timidez. Mitsuya sonrió, ese definitivamente era de quién se había enamorado.

—Era broma — hablo, después de darse la vuelta, para observar a Hakkai con atención. No pudo evitar acercarse hasta dejar un beso en su mejilla izquierda, beso que fue más cercano a un delicado roce.

Se levantó y se dirigió al baño para tomar una ducha, antes de cerrar la puerta se dio la vuelta y miro a Hakkai, atrayendo su atención.

—Los gemelos tienen hambre — hablo.

—Yo me encargo — contesto el, con una radiante sonrisa para después ponerse de pie y dirigirse a buscar a los gemelos.

•••

Aquí el autor, hey.

Ya no estoy seguro de en cuántos capítulos va a acabar esto, en fin, soy infj no esperen mucho de mi la verdad.

Por otro lado no esperen ese tipo de “detalles” conmigo, pwrdon kdkdk me gusta más enfocarme en lo simbólico, lo que es una manera muy bonita de decir que no se escribir +18.

¡Disfruten el capítulo!

Eso, chao. <3

Los quiero mucho, gracias por leer, votar y seguirme /besos.

FUTURE ⸻ MitsukkaiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora