Alana Monroe

195 20 5
                                    

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


En cuanto levanto la mirada, el moreno sigue ahí, al pendiente de mi respuesta. Me atrevo a decir que se ve algo nervioso, no sé. Lo único que tengo en claro es en lo desconcertada que quedé después de su repentina pregunta.

—¿Y por qué quieres saber de ella? —le pregunto tratando de hacerle evidente mi confusión, mientras termino de ordenar todas las plantas que recién había descargado el camión en el vivero—. Porque la verdad es que tengo muchos años de no verla, no sé qué puedo decirte que pueda serte realmente útil.

Levanto del suelo un par de macetas con orquídeas para colocarlas en su estante correspondiente. Mucho trabajo me ha costado el tener el criadero en orden como para empezar a dejar las plantas en cualquier lugar por preguntas sobre June.

Pero bueno, volviendo al moreno, pensé que con mi respuesta había sido lo suficientemente clara como para conseguir que se rindiera, se diera la vuelta y me dejara trabajando, pero en cuanto lo escucho seguirme hacia el interior del vivero, me doy cuenta de que no es así.

—June y yo somos amigos de la universidad —inicia su explicación—, y pues... La verdad es que no sé bien cómo decirte las cosas para que no suenen extrañas —ríe leve, algo nervioso todavía.

—Entonces escoge bien tus palabras, con calma —le digo mirándolo después de dejar la maceta en su lugar.

Si bien no tengo tiempo para estar haciendo pausas, el simple hecho de que la presencia del castaño estuviera relacionada con June, me hace pensar en que puedo tener una pequeña pausa de cinco minutos. El chico frente a mí bota el aire de sus pulmones antes de volver a sonreír.

—Pues... Necesito saber de ella por otras personas —comenta—, pero no conozco amigos o amigas suyas, eres lo más cercano que encontré.

El chico saca un papel de uno de sus bolsillos traseros, tendiéndomelo para tomarlo. Entonces lo tomo y veo que se trata de la noticia que había salido sobre el vivero dos semanas atrás. Recuerdo que mis madres y yo estábamos tan orgullosas cuando la noticia salió en el periódico. Fue un momento muy emocional para ellas, sobre todo por tantos años de trabajo y esfuerzo. De hecho, tenemos la misma página del periódico enmarcada en la entrada del vivero.

—Un amigo me dijo que ella te reconoció en la foto y recordó que eran amigas de la primaria —continúa—. No quiero que parezca nada extraño, realmente no tengo malas intenciones. Solo... Solo quiero saber si sabes algo de ella que pueda ayudarme.

—No te miento cuando te digo que tengo muchos años de no saber nada de June. Es decir, creo que la última vez que la vi, teníamos diez u once años. Y eso fue hace más de diez años.

—Lo que tengas me sirve —responde con una sonrisa amable.

—De acuerdo. Pero... Una cosa, ¿cuál dijiste que era tu nombre?

June o (el porqué huye del amor)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora