Capítulo 12

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POV NOAH

-¿Lilly? -escucho un leve estruendo-. Lilly, ¿estás bien? -escucho la voz de un hombre y se me hiela la sangre al instante-. ¡Lilly, joder, respóndeme! -y de repente la escucho gritar.

-¡¡¡Noah... Noah!!! -no puede ser. No puede ser lo que estoy pensando.

-¿Qué demonios sucede con Lilly, Noah? -pregunta mi padre. No me salen las palabras, solo lo miro y él inmediatamente comprende-. ¡Maldito hijo de puta! ¡De esta no sale vivo! -grita mi padre dando golpes en el volante.

Acelera y no se detiene ni siquiera en los semáforos. No puedo articular ni una maldita palabra. Mi pecho se aprieta con un mal presentimiento. Estamos a unos diez minutos de distancia, puede que menos a la velocidad que mi padre está manejando. Pero no importa cuán cerca me encuentre, solo necesita de unos pocos segundos para hacerle daño. Presiono mi cara con mis manos y grito de la maldita frustración. Solo recuerdo las palabras de Lilly cuando su padre le dijo que haría fila para follarla. Voy a enloquecerme si ese maldito le pone las manos encima. Llegamos frente a la casa de la señora Morgan y no espero a que mi padre se detenga por completo. Salgo y voy directamente a mi auto. La puerta del conductor está abierta. Su teléfono, su cartera y sus llaves están en el suelo.

-¡Maldita sea no, no, no, no!" -corro hacia la puerta de la casa y le caigo a golpes-. ¡Lilly, Lilly! -sigo golpeando hasta que la puerta se abre de golpe y una asustada señora Morgan se asoma.

-¿Qué es este alboroto? ¿Qué sucede?"

-Lilly, ¿dónde está?"

-Se marchó hace ya un rato. ¿Por qué me preguntas por ella? -no le respondo. Mi padre y yo entramos inmediatamente a la camioneta, sabiendo exactamente a dónde tenemos que dirigirnos. Siento náuseas. En mi mente corren los distintos escenarios con los que me podría encontrar y ninguno me agrada. Sé que se la llevó en contra de su voluntad, lo que lo hace aún peor en mi mente. Al entrar en la última calle, mi padre detiene la camioneta bruscamente.

-Papá, ¿qué demon...? -no termino la frase. Se ha quedado paralizado mirando hacia el frente de la camioneta. Cuando sigo su campo de visión, me quedo paralizado también. Lilly está frente a nosotros, desorientada. Lo más escalofriante es que se encuentra sólo en su ropa interior y está toda cubierta de sangre. Mi cuerpo tiembla incontrolable. No puede haberla tocado, no puede haberlo hecho. Dios mío, por favor no. Salgo de la camioneta y mi padre me sigue. Me le acerco con cautela.

-¿Lilly? ¿Te encuentras bien?" -mi voz es ahogada. No puedo con el horror que estoy sintiendo al verla en estas condiciones-. Nena, por favor, háblame -levanta la cabeza y solo me mira.

-Lilly, hija, ¿te hicieron daño? -no contesta. Solo levanta lentamente su mano temblorosa y me entrega lo que lleva en ella. Es una tijera, bastante grande. Está toda cubierta de pegajosa sangre.

-Conejita, por favor, dime que sucedió. ¿Te defendiste con esto? ¿De quién es esta sangre? -no dice ni una maldita palabra. Solo se me queda viendo desorientada.

-¿Es la sangre de tu padre? ¿Fue de él de quien te defendiste? -pregunta mi padre y acto seguido ella empieza a temblar incontrolablemente. En pocos segundos está colapsando, logro sujetarla antes de que caiga al suelo. Ha perdido el conocimiento.

-¡Demonios!

Mi padre me ayuda a meterla a la camioneta. Busco rápidamente algo con qué poder limpiarla y asegurarme de que esa no es su sangre. Encuentro una botella de agua y comienzo a verterla sobre ella.

-Tranquilo, Noah, no es de ella -me desinflo como un globo.

-Entonces, ¿de quién es? ¿Del cabrón de su padre?

Si aún Me Amas... "La historia de amor de Noah Becker" Donde viven las historias. Descúbrelo ahora