LILLY
LUNES....Hoy comienza el nuevo semestre en el instituto y gracias a Dios es el último antes de poder graduarme y ser libre. Me he propuesto dar el máximo y evitar ausentarme. Necesito mantener mi promedio para poder graduarme con honores, pero ausentarme no depende de mí. Prácticamente todas las veces que me he ausentado durante el semestre pasado no han sido por voluntad propia, sino porque las circunstancias y cierta persona así lo han querido.
Éste semestre es mi última oportunidad para lograr mi objetivo. Si me ausento, puedo perder mi beca y la oportunidad de lograr ser aceptada en alguna universidad, y con eso también perdería la oportunidad de abandonar este lugar para siempre. Detesto este lugar pero no tengo más opción. Haber recibido una beca para estudiar en este instituto en mi último año de preparatoria ha sido una bendición, pero la mayoría de los estudiantes aquí son de clase alta y pueden llegar a ser muy crueles con los becados de clase baja. Por suerte ya se han aburrido de mí y ya nadie me molesta. Me ignoran y es como si fuese invisible para ellos, lo cuál está perfectamente bien conmigo.
Este semestre el itinerario de clases ha cambiado. Necesito ciertos créditos para graduarme, por lo que estaré tomando clases con distintos grupos para poder completarlos. La primera clase de intercambio es Biología. Soy de las primeras personas en entrar al salón de clase. Tomo asiento en una de las mesas que están más alejadas de la puerta, cerca de las ventanas. Así nadie tendrá que pasar por mi lado para tomar asiento. Lo único que me preocupa es que hay dos sillas por mesa, lo que indica que tendré un compañero o compañera de laboratorio durante los cincuenta minutos de clase, y eso no me agrada en lo más mínimo. Prefiero estar sola en todo momento. De esa forma nadie se burla de mí o me juzga.
Los estudiantes siguen entrando mientras la profesora sigue dándoles la bienvenida. La mayoría ni siquiera me mira. De repente escucho unas risas chillonas y me dan escalofríos. Loren Williams entra muerta de la risa con sus dos inseparables amigas, Judith y Ally. Al verme su risa se detiene y levanta una ceja. Toma asiento en la parte trasera lejos de mí y doy gracias al cielo por eso. Sé que me odia y me desprecia. Nunca me lo ha dicho directamente, pero su mirada habla por sí sola.
Las mesas están casi todas llenas y la profesora se dispone a comenzar la clase cuando Noah Becker entra al salón con sus amigos. Es el chico más hermoso del colegio y todas las chicas voltean a mirarlo por donde quiera que vaya. Su mirada se fija en mí de inmediato y como de costumbre agacho la cabeza. No se han movido de la puerta y la profesora les indica que tomen asiento. Miro hacia afuera por la ventana mientras ellos toman asiento."¿Puedo tomar este asiento?"
Me giro y la muralla de chico de Noah Becker está parado frente a mí esperando una respuesta. Estoy muda, así que asiento con la cabeza. No pensaba que alguien quisiera compartir asiento conmigo. Pero si alguien lo hacía, jamás pensé que fuera Noah.
"¡Hey, cariño, estoy aquí atrás!" le grita Loren a Noah.
"No te molestes. Lilly me ha guardado un asiento," abro los ojos como platos y escucho los gemidos de asombro de los presentes ante la respuesta de Noah.
Loren debe estar muy molesta. Toma asiento a mi lado mientras Loren comienza a protestar y la profesora la calla de inmediato.
"Señorita Williams, yo les asignaré los asientos a todos. No quiero grupos amistosos que no paren de hablar durante toda la clase."
Loren no volvió a protestar. La profesora movió a casi todos de asiento, excepto a Noah y a mí. Y les advirtió a todos no moverse de asiento o solicitar algún cambio. No iba a suceder. Cuando Noah se dio cuenta de que iba a permanecer sentado a mi lado se presentó.
"Hola Lilly. Soy Noah Becker," extendió su mano hacia mí.
No quería ser grosera y estreché su mano. Nunca lo he visto juzgando o burlándose de nadie y espero que tampoco lo haga conmigo. Parece buena persona.
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Si aún Me Amas... "La historia de amor de Noah Becker"
RomanceMi padre siempre me ha dicho que nunca cometa sus mismos errores. Pero que si lo hago, asuma la responsabilidad de mis actos como un hombre, ya que es de humanos equivocarse. Admiro a mi padre, es mi ejemplo a seguir, mi mejor amigo. Seguir sus cons...