Capitulo 11

2.8K 183 59
                                    

LILLY.....

DOMINGO

El fin de semana en la cabaña ha sido increíble. No hicimos nada de las acitividades al aire libre que mencionó Noah. Estuvimos muy ocupados haciendo otra cosa, como por ejemplo, sacarle el mayor provecho a la caja de condones que el papá de Noah le regaló. Hoy en la mañana fuimos a nadar al lago, ya que es nuestro último día antes de regresar, pero no estuvimos el suficiente tiempo debido a que el agua estaba jodidamente fría. Luego de salir del agua entré directamente a la ducha. Noah se quedó fuera buscando dónde poner nuestros trajes de baño para que se sequen un poco. Cuando estoy enjuagando mi cabello, siento sus manos frías en mis caderas.

"¡Awww, tus manos están frías!"

"¿En serio?" me aparto mientras comienza a pasarme sus manos frías por todas partes. Su risa es contagiosa hasta que ya no ríe más. Me hala hacia él y me rodea con los brazos. "¿La pasaste bien, considerando que no salimos de la cabaña para absolutamente nada?" giro mi cabeza hacia atrás para poder mirarlo a la cara.

"Por supuesto que sí. Ha sido el mejor fin de semana de mi vida. Gracias."

"Siempre que quieras. Cuando estemos en Nueva York, puedo llevarte a la cabaña de mi padre. Es precioso el lugar y también tiene vista a un lago. Te va a encantar. Es uno de los lugares favoritos de mi madre."

"No puedo esperar para verlo."

"Bien," sonríe y luego se pone serio. Muerde su labio inferior y luego me gira para besarme.

Mientras me besa, pasa por mi mente todo lo que ha sucedido desde que llegamos a esta cabaña el viernes. Desde su propuesta de matrimonio, hasta que hicimos el amor por primera vez. Ha sido sumamente gentil conmigo. Desde el primer momento me ha cuidado, asegurándose de no hacerme daño. Ha sido atento y cariñoso. Nunca había estado con nadie antes, pero sabía que estar con él iba a sentirse increíble. Siento su erección presionarse sobre mi vientre. Mueve una de sus manos entre mis piernas y me hace gemir de anticipación. Ya sé lo bien que se siente estar con él, así que sólo hace falta un pequeño toque para derretirme.

"Abre las piernas," me pide contra mi boca y obedezco cuando me voltea para que quede mirando la pared de azulejos y me inclina un poco hacia adelante. Coloco mis antebrazos contra el frío azulejo y siento como presiona su polla en mi entrada.

"¿Está bien esto?" asiento con la cabeza mientras se hunde en mí, centímetro a centímetro con suma delicadeza. "Maldita sea, te sientes tan bien. No creo que quiera volver a usar un maldito condón en mi vida," esto me saca de mi ensoñación y me volteo pero antes de que pueda protestar me dice, "Tranquila, me retiraré antes de correrme, lo prometo," confío en él, así que asiento.

Realmente se siente mucho mejor sin un condón. Solo siento la increíble suavidad de su dureza en mi interior. Comienzo a quedarme sin aire cuando entra y sale por completo con mucha lentitud. La ducha comienza a llenarse de vapor, de mis gemidos y sus gruñidos.

"Demonios, no voy a durar," se retira y siento su semen caliente caer sobre mi trasero. Inmediatamente termina de correrse se enjuaga y vuelve a entrar en mí. Esta vez se mueve un poco más rápido y me aplasta contra la pared. "Vamos, conejita. No voy a parar hasta que te corras tú también".

"Estoy cerca," digo entre jadeos. Lleva una de sus manos entre mis piernas y es todo lo que necesito. Noah me agarra fuerte cuando comienzo a temblar y vuelvo a sentir el chorro caliente sobre mi trasero. Después de unos minutos me pregunta..

"¿Ya puedes sostenerte?"

"Creo que sí," me río.

"Afortunada, porque yo aún no puedo," nos reímos y luego se incorpora. "Vamos a limpiarnos, ya casi es hora de irnos."

Si aún Me Amas... "La historia de amor de Noah Becker" Donde viven las historias. Descúbrelo ahora