𝔞́𝔫𝔤𝔢𝔩𝔢𝔰 𝔶 𝔡𝔢𝔪𝔬𝔫𝔦𝔬𝔰 | 𝘷𝘬𝘬, 𝘺𝘮, 𝘯𝘫

Cap. 8

"Momentos para atesorar"

(Narrador Omniciente, Tiempo: Pasado)

Un joven príncipe se acercaba a la ventana de su alcoba, sin poder dejar de pensar en ese otro joven príncipe de aquel reino demoníaco, quisiera irse para halla y mo volver nunca, mas no sabia si los sentimientos serían correspondidos.

Aunque ya había entablado una pequeña relación con el contrario, este se sentía angustiado pues lo que sentía cada vez que los veía y ver que su hermano pudo estar en un relación con su amor –ahora– correspondido.

Se sentía algo fracasado, por lo que esperaba el tan ansiado día para salir con su amor platónico y sus hermanos...

Aparte necesitaba un descanso, días antes su padre lo había obligado a leer unos libros de "historia general".

Según el mayor le ayudarían a ser mejor príncipe –antes de haberse enterado que el es él heredero al trono– claro el nunca ha sido de estudiar o de ganas de encargarse del trono.

Además para eso estaba Jin.

Eso pensó después de enterarse de ser el heredero.

– Hey! Jimin! – el menor llamó al mayor.

– Jungkook-ssi! – respondió el mayor acercándose – estas listo?

– Definitivamente! – aseguró el menor –

– Bien – el mayor suspiro – es hora de salir de este lugar

– Si! – cierto era que el menor estaba decidido de salir de ese lugar para poder ir con sus hermanos al campo de flores que dividía el reino de los demonios y los angeles, sin embargo tenía miedo... miedo de que los descubrieran, como pasó con ...

– Jungkook-ssi?.. – el mayor se había dado cuenta de los pequeños nervios del menor, lo cual le sorprendió normalmente cuando sale esos nervios se esfuman – Que pasa?..

– Y si papá nos descubre esta vez?..

– Naahh~ El no puede hacerlo es muy estupido el idiota jeje aparte recuerda que pasaremos por el pueblo para disimular – dijo el mayor – ahora vamos por Jin!

– Si! – respondió el menor.

Emocionado estaba por ir con su amado, sentía como su corazón se le salía del pecho.

Y aunque parezca repetitivo, los sentimientos del menor hacia su mayor eran muy fuertes.

– Jin-hyung! Ya está listo? – pregunto el del medio.

– Ya voy chicos – el mayor salió de su cuarto – estoy muy listo chicos!

– Bien es hora de irnos... – susurró el del medio agarrando su mochila.

Los tres hermanos se dirigieron a la salida del lugar, una salida secreta que sólo ellos sabían.

Una pequeña puerta vieja, raramente no rechinaba, sin embargo necesitaban un código especial, cada uno tenía el suyo.