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—¡Oficial! —Peter grita mientras él, Althea y Gwen caen al suelo. La gente corre por las calles, tratando de encontrar un lugar al que ir sin salir lastimados por los daños de Max. Althea observa a todos, pensando en cómo estará su mamá en el hospital con toda esta locura.
—¡Hombre araña! —dice el policía a través del megáfono, haciendo que Peter se tape los oídos con las manos y se eche para atrás.
—Mi padre era el capitán George Stacy del distrito 19 —dice Gwen mientras se acerca al policía, mientras Althea observa cómo Peter da vueltas, intentando recuperar su audición.
—Sí, sé quién era. ¿Qué puedo hace por usted? —le pregunta el oficial.
—Cables pasa corriente —afirma Althea, haciendo que el hombre la mire.
—¿Cables pasa corriente? —El hombre repite.
—Sí. Y alambre de cobre —añade Althea.
—¡¿Oye, estoy hablando más fuerte de lo normal?! —grita Peter y Althea lo mira.
—Sí —le responde, el policía le entrega entonces las cosas que necesita y todos se dirigen hacia su coche patrulla. Abre el capó y las dos chicas lo conectan todo y se dirigen hacia Peter. El policía arranca el coche—. El traje hará tierra.
—¿Qué esperas? —Peter le dice y ella coloca los cables de pasa corriente en sus disparadores de telaraña. Suelta un grito ahogado por el pinchazo y él asiente con la cabeza—. Bien. Ya, ya, ya. Rápido, rápido, rápido —Althea saca sus llaves y las coloca en sus disparadores—. Qué bien, funcionó.
—Y es por eso que eras el número tres de la escuela —afirma Gwen y Althea sonríe ampliamente.
—Ay, qué presumidas —les dice Peter y entonces se produce otro gran estruendo—. Ya me voy.
—Pues voy contigo —Althea le dice.
—Yo también —Gwen añade.
—Ninguna de ustedes va venir conmigo —les dice Peter.
—Claro que sí —le responde Althea de golpe.
—Althea, es peligroso —le dice Peter.
—Yo voy a ir contigo —Althea replica—. Y Gwen ha visto los planos y sabe reiniciar el sistema.
—Althea —Peter espeta.
—¡Voy a ir contigo! ¡Nos necesitas! —Althea gruñe.
