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Mientras hacía los deberes, Peter la había llamado. Justo cuando ella contestó, él estaba hablando sin parar y ella podía notar que estaba llorando, y ninguna de esas cosas era su favorita. Así que recogió sus cosas y cogió las llaves. Corrió rápidamente hacia su coche y siguió las indicaciones que Peter le había dado para llegar a su casa. Llegó en menos de una hora, pero cuando llegó, un auto de la policía estaba estacionado afuera.
Cerrando la puerta del coche, subió las escaleras y se acercó a la puerta principal, viendo los cristales en el suelo. Cuando volvió a mirar, Peter estaba apoyado contra la pared y pudo ver que había estado llorando. Sin decir una palabra, empujó la puerta y entró a la casa, caminando hacia Peter.
—Los testigos le dieron una descripción al artista. ¿Señora, podría verla? —. Le dice el policía a May, la tía de Peter, que la miraba fijamente. Althea miró a Peter, antes de rodearlo con sus brazos. Fue entonces cuando Peter supo que ella estaba allí. Rápidamente la rodeó con sus brazos y apoyó su barbilla en su frente.
—No, nunca lo he visto —la mujer mayor afirma al oficial.
—Bien, no esperaba que lo conociera. Los detectives de homicidios lo buscan. Esperamos que lo encuentren —le dice el oficial.
—Sí —responde la mujer mayor.
—¿Oiga, lo puedo ver? —le pregunta Peter al oficial mientras pasa junto a él y a Althea. El oficial asiente con la cabeza y le entrega el dibujo a Peter. Peter aparta el brazo de Althea, antes de coger el dibujo.
—Ah, hay otro detalle. Tiene una estrella tatuada en la muñeca izquierda —. El oficial le explica a Peter, antes de salir de la casa con su otro oficial. Althea mira a Peter y le coge la mano y le da un apretón. Peter mira a su tía May por un rápido segundo, viendo como ella está sollozando en la mesa.
Peter agarra la mano de Althea y tira de ella hacia las escaleras y hacia su habitación. Se sentaron en su cama durante unas horas, ella sosteniéndolo en sus brazos mientras él lloraba por la muerte de su tío. Althea se sintió un poco incómoda con todo esto, pero sabía que Peter necesitaba a alguien en ese momento, así que hizo todo lo posible por consolarlo.
Pero a los pocos minutos de la tercera hora, Peter se había recompuesto lo suficiente como para asegurarle a Althea que estaba bien. Era alrededor de la una de la madrugada y Peter no quería que ella saliera sola a la calle. Así que dejó que se durmiera en su cama, planeando dormir en el suelo. La miró cuando el reloj de su ordenador marcó las dos y sacó su teléfono y fue a su buzón de voz. Va al buzón de voz del tío Ben que había dejado antes, y pulsa play.
—Peter, sé que la vida ha sido dificil últimamente y me duele que sea así. Creo que sé lo que sientes —. Pero antes de que pudiera seguir escuchando el mensaje, colgó el teléfono y lo tiró al suelo.
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Al día siguiente, de pie junto a su casillero, Althea mira por encima de su hombro a Peter, observando cómo se para en su casillero. Althea no quería pensar en lo que había escuchado de él la noche anterior, pero se alegraba un poco de ser ella quien estuviera con él cuando estaba molesto. Mira por el pasillo para ver a Flash caminando hacia él y respira profundamente mientras cierra su taquilla, cruzando los brazos sobre el pecho.
—Oye, Parker —Flash le llama.
—No, hoy no, Flash —le dice Peter.
—Sólo quiero hablar. Tranquilo —Flash le dice con una voz casi amable, y Althea observa a los dos. Mira cómo Flash apoya una mano en el hombro de Peter, pero luego ve cómo Peter empuja a Flash contra los casilleros—. ¿Te sientes mejor? Sé que murió tu tío. Lo lamento. Te entiendo. Lo siento. Tranquilo.
Peter suelta a Flash, coge su mochila del suelo y cierra su casillero. Empieza a caminar hacia las escaleras, pero Gwen le corta el paso y le da un abrazo. Pero él simplemente se encoge de hombros y comienza a alejarse. Althea es la siguiente en ponerse delante de él y le acaricia la cara, mirándole fijamente a los ojos. Pudo ver las lágrimas que habían caído de sus ojos y dejó escapar un suspiro, antes de tirar de él para abrazarlo.
Gwen observa cómo el chico le rodea la cintura con sus brazos y le devuelve el abrazo, hasta que se separa. Althea observa cómo Peter se acerca a las escaleras y las sube. Deja escapar un pequeño suspiro mientras se dirige a su taquilla. Gwen le tiende la mano y Althea la mira. Le da a Gwen una sonrisa triste, antes de que Gwen la jale en un abrazo. Gwen se aleja unos segundos para encontrarse con los ojos de Althea, sólo para que la morena se aleje.
Gwen observa cómo Althea desaparece por el pasillo.
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