Lightblue //Imagina con Jeong Yunho//

XVIII - Sorpresa

T/n sintió un escalofrío recorrer su espalda y su nuca al notar el tipo de sonrisa, malévola, que Yeosang le dedicaba.

Ambos bajaron sus manos lentamente sin despegar miradas.

Yunho sintió lo que sentía T/n, así que decidió tomarla de los hombros y hacer que mirara al frente para que no siguiera pensando en lo que le aguardaba.

La profesora siguió escribiendo los nombres del grupo que sacó el 5, en el cual estaban Nayeon y Dahyun.

Afortunadamente no le habia tocado con ellas también, ni con Seonghwa, que estaba en el grupo 2.

Cuando terminó dejó la hoja y el bolígrafo en la mesa, para luego mirar a los alumnos.

T/n tragó saliva, nerviosa hasta los cabellos.

Ahora voy a sacar los temas. En el orden que los saque será lo que le toque a cada grupo. -Algunos estudiantes asintieron y la profesora hizo lo que dijo, anotando luego el tema que le tocó a cada grupo.

Hasta que sacó el cuarto papelito, T/n no despegaba su mirada de ella, sudando frío.

La profesora lo abrió y lo leyó.

Bullying en la época actual. -A T/n casi se le cae la mandíbula de lo mucho que abrió la boca sorprendida.

No pudo escojer otro, ¡Cualquier tema! ¿No, profesora?

La mayoría estaba cuchicheando cosas, y T/n estaba segura de que se trataban de ella.

Se escuchó una risita.

T/n no tenía que voltear para saber de quién se trataba. La conocía a la perfección. Estaba incrustada en su mente.

Yunho la abrazó para hacerla sentir mejor y desconcentrar sus pensamientos de Yeosang.

Nunca la había pasado bien cada vez que le tocaba estar en el mismo grupo que alguna de sus tres pesadillas.

Dahyun no contaba como una de sus pesadillas porque no siempre la molestaba, como Nayeon, Seonghwa o Yeosang. Ellos eran más incisivos molestandola y estaba casi segura de que esta no sería la excepción.

Cuando terminó la clase, T/n ya había guardado sus cosas para salir disparada de ahí. Ni siquiera esperó a Yunho.

En pleno pasillo, que estaba solitario de nuevo, sentía el resonar de unos pasos detrás de ella.

Al pensar en que fuera Yeosang, o lo que es peor: Seonghwa, no dudó mucho en caminar más rápido, agarrando su mochila con más fuerza.

Se sentía como en una película de terror, y el asesino le pisaba los talones.

Y como en toda película de terror, hasta sintió que tropezó con algo.

Afortunadamente no se cayó y pudo seguir caminando. No como las protagonistas, que bueno... No les iba tan bien...

De repente alguien la levantó agarrandola por la cintura, y T/n inmediatamente gritó y pidió ayuda.

Estaba tan ocupada gritando y pataleando que no se dió cuenta de que era Yunho el que la cargaba.

¡T/n tranquilízate! Soy yo. -Dijo Yunho riendo un poco y bajandola.

Ella lo miró dudosa y al confirmar que era él, frunció el ceño.

Jaja. Muy gracioso. Me encantó tu broma. -Dijo enojada y él sonrió divertido por su sarcasmo.

Aww... ¿Me perdonas? -Dijo mirándola y pasando un brazo alrededor de su cintura mientras caminaban hacia la salida.

No, no te perdono. -Dijo sin mirarlo enojada.

Yunho sonrió de lado levemente divertido.

De repente T/n sintió los labios de Yunho sobre los de ella.

El beso duró unos pocos segundos ya que Yunho se separó.

T/n lo miró sorprendida.

Tú no eres la única que puede robar besos. -Le guiñó un ojo mientras sonreía y T/n sintió que sus piernas no aguantaban el peso de su cuerpo.

En definitiva ya no estaba enojada. ¿Y cómo estarlo? Esa conexión que tenían era impresionante. Ambos se calmaban con solo un beso, no importa lo que durara.

O tal vez en realidad eso no funcionaba, y lo que pasaba era que estaban enamorados y con esos detalles no podían evitar sentirse mejor...

Quién sabe...

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Habían pasado varias horas desde que llegaron a casa. Eran aproximadamente, las cuatro de la tarde.

T/n estaba leyendo una revista de maquillaje y Yunho estaba a su lado, viendo en la televisión un programa de pesca.

Cuando sin esperarselo, suena el timbre.

Ambos se miraron confundidos.
¿Quién será?

T/n se levantó y caminó hacia la puerta, mientras que Yunho se quedó sentado esperando por algo que le indicara qué estaba pasando o quién era.

T/n abrió la puerta y se encontró con nada más y nada menos que su madre.

¡M-mamá! -Pronunció sorprendida con una sonrisa nerviosa.

La mujer sonrió alegre y entró a la casa para luego extender sus brazos y decir

¡Sorpresa! -T/n la abrazó confundida.

¿Qué hacía ella ahí y dónde estaba su padre?

Mami... -Se separó- ¿Qué haces aquí? -Preguntó demostrando su confusión y la mujer caminó hacia la sala.

Ay hija, ¿Qué acaso no puedo visitarte? -Preguntó bromista.

Si, pero... No es normal que lo hagas y no me habías avisado. -Cerró la puerta siguiendo a su madre.

¿Qué parte no entendiste de sorpresa? -T/n rodó los ojos a espaldas de ella.

¿Y papá? -Preguntó.

No pudo venir hoy por el trabajo. A mí sí me dejaron. -Sonrió un poco y T/n asintió.

Cuando llegaron a la sala Yunho seguía en la misma posición.

A penas vió a la mujer adulta se levantó del sofá e hizo una reverencia de noventa grados.

Hola, buenas tardes. -Dijo sín cambiar su posición y ambas lo miraron extraño.

¡Oh! -Pronunció la mujer- ¿Y él quién es? -Preguntó a su hija.

Es Jeong Yunho. Un... amigo. -Dijo T/n algo incómoda- Mi... Mejor amigo. -Sonrió un poco.

¡Vaya! ¡Por fin tienes un amigo! -Dijo burlona su madre y Yunho se enderezó para mirar con un poco de desaprobación a la mujer pero ella no lo notó.

Ese comentario no le había agradado.

Si, mamá... -Dijo T/n bajando la mirada.

Y... ¿Qué hacían? -Preguntó dejando su cartera en la mesa de la sala y sentandose en el sofá para mirarlos atentamente.

Nada importante. -Dijo T/n evadiendo cualquier especulación rara que pueda tener su madre- Pero no me ha respondido, madre. ¿A qué vino? -Se acercó a ella y se sentó a su lado.

Yunho no sabía qué hacer, estaba parado como una estatua detrás del sofá.

En un momento determinado él y T/n conectaron miradas. Y mientras su madre pasaba la programación, T/n le hizo una seña a Yunho para que trajera agua, disimuladamente, y él asintió y rápidamente fue a preparar los vasos.

Cuando terminó le entregó uno a la señora y otro a T/n.

Gracias, joven. -Sonrió sin prestarle mucha atención y miró a su hija- Vine para hablar de ti, T/n. -La susodicha frunció un poco el ceño, confundida- ¿Qué ha pasado en este tiempo que no estuve contigo? -Preguntó mirándola atentamente y T/n la miró totalmente petrificada.

Ok... ¿Y ahora?