Un plan de seducción

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A Yan Wushi le encantaba pasar tiempo en el Monte Xuandu, porque estaba con Shen Qiao. Platicaban mucho de cualquier cosa y se daban besos  furtivos que los mantenía bastante entretenidos. Pero Yan Wushi quería besar y poseer todo el cuerpo de su esposo y con tantos taoístas cerca, se le complicaba esa tarea. 

Shen Qiao también se comportaba un poco diferente cuando estaban en la secta taoísta. Era más prudente y no accedía a tener sexo con Yan Wushi cada vez que tuviera deseos de hacerlo. Se comportaba como un ejemplar líder de secta.

Bueno, Yan Wushi quería de su esposo otra clase de comportamiento.

Cierta tarde, Yan Wushi se propuso seducir a su marido y llevarlo a la cama esa misma noche. Se recogió su cabello en una coleta alta y se puso un traje muy elegante, se perfumó con un poco de aceite cítrico y se colocó un cinturón verdaderamente elegante y varonil. Se sentía cómodo con su apariencia y propuso a Shen Qiao dar un paseo juntos al anochecer y comer unos pastelitos. 

Shen Qiao accedió gustoso. 

Luego de hacer sus actividades, se despidió de todos y se fue con Yan Wushi a dar un paseo, este último propuso que bajaran de la montaña y comieran en una tienda de postres y a Shen Qiao le pareció la idea. Ver a su marido tan apuesto, hizo que el corazón de Shen Qiao se emocionara, quería besarlo y acariciarlo intensamente  pero debería comportarse. Yan Wushi estaba listo para guiar a su esposo al camino del deseo antes que al de la prudencia. 

Luego de comer, comenzaron a caminar en el pueblo, habían algunos lugares y negocios que aún estaban abiertos a pesar de ser un poco tarde. En todo el paseo, Yan Wushi tomaba de la cintura a Shen Qiao se besaban por unos minutos y luego seguían avanzando. Caminaron por bastante tiempo hasta que llegaron a una posada y entraron directamente sin pedir nada o pagar algo; Shen Qiao se sorprendió un poco. Yan Wushi guio a Shen Qiao a una habitación amplia que estaba subiendo las escaleras. Cuando abrieron la puerta encontraron una cama grande con mantas largas y limpias, unos palitos aromáticos en una pequeña mesa, había una cajita que parecía muy elegante y al lado un plato con frambuesas negras. Definitivamente todo había sido preparado por el líder demoníaco. 

Shen Qiao llevó su mirada a Yan Wushi y este sonrió maliciosamente. 

- A-Qiao, he preparado una sorpresa para ti. Ven conmigo.

Yan Wushi tomó de la mano a su esposo y cerró la puerta, guio a Shen Qiao hasta la cama e hizo que se sentara. Shen Qiao hizo lo que Yan Wushi decía, estaba emocionado pues sabía lo que pasaría y hacía días que tenía ganas de sentir a su esposo. 

Yan Wushi tomó una frambuesa del plato y se sentó al lado de Shen Qiao, puso la fruta en su boca y se acercó para tomar los labios de Shen Qiao. Cuando Shen Qiao sintió esos labios en los suyos, cerró los ojos. Saboreó el amargo, dulce y ácido jugo que tenía la fruta y que goteaba de esos labios carnosos que le fascinaban.

Cuando se comieron la pequeña fruta y solo tenían las pequeñas semillas, Shen Qiao y Yan Wushi separaron sus labios y se miraron a los ojos. Por iniciativa, Shen Qiao llevó sus brazos alrededor del cuello de su esposo y volvieron a besarse, Yan Wushi acostó a Shen Qiao en la cama y se colocó encima de él, sin dejar de saborear sus deliciosos labios.

Yan Wushi se separó de su boca y comenzó a quitarse la ropa frente a la mirada excitada de su esposo, Shen Qiao lo observaba atentamente y sus manos querían recorrer cada músculo del cuerpo de su marido. Yan Wushi notó esa mirada sensual y rápidamente comenzó a desnudar a su esposo. 

Ambos yacían desnudos en la cama, tocando el cuerpo del otro, saboreando la intimidad de tener sus cuerpos tan juntos; los únicos sonidos que se escuchaban dentro de la habitación eran los besos y los pequeños gemidos que Shen Qiao emitía cada vez que Yan Wushi le dejaba pequeñas mordidas. Yan Wushi era un gran amante, se dedicaba a repartir besos y caricias por el cuerpo de Shen Qiao, tocaba el miembro de este y A-Qiao gemía por lo bajo por el gran placer que sentía. 

La pequeña caja en la mesita fue alcanzada por Yan Wushi, quien tomó un poco del ungüento perfumado en su mano y lo colocó en su largo pene, se posicionó entre las piernas de Shen Qiao y se dirigió a la angosta entrada de su marido. Con mucha lentitud y precisión, Yan Wushi entró en su esposo y esperó unos segundos antes de moverse. Shen Qiao cerró sus ojos, sintió una ola de placer que le recorrió desde la espalda hasta los dedos de los pies, se sentía tan bien con su marido dentro que no pudo evitar abrazarlo mientras Yan Wushi lo penetraba rítmicamente. 

Pasaron unos minutos y Shen Qiao sentía que estaba por terminar, así que le avisó a su esposo. Pero Yan Wushi en lugar de continuar sus deliciosos movimientos, se detuvo y salió de Shen Qiao. El líder taoísta estaba a punto de reclamarle molesto, cuando sintió que sus labios eran presionados nuevamente por unos labios sabor a frambuesa. Shen Qiao dejó escapar un gemido y degustó esa intrusión en su boca. Cuando terminaron la fruta de nuevo, Yan Wushi hizo que su marido diera vuelta y quedara acostado sobre su estómago, una vez en esa posición Yan Wushi lo tomó de las caderas e hizo que se levantara, Shen Qiao quedó sobre sus rodillas y sus manos. La vista para Yan Wushi era exquisita. 

- Yan-lang

Shen Qiao quiso quejarse por esa posición que lo dejaba tan expuesto ante la mirada devoradora de su marido, volteó a ver sobre su hombro y pudo ver cuando su esposo se ponía un poco más del ungüento sobre su gran falo y entraba en él mientras se mordía el labio inferior. Fue una imagen que enloqueció a Shen Qiao, cuando sintió el duro pene dentro de él, se sujetó fuerte de la sábanas de la cama y separó un poco más las piernas, no pudo suprimir sus gemidos cuando Yan Wushi comenzó a moverse frenéticamente.

En la habitación se escuchaban los fuertes gemidos y quejidos de placer de Shen Qiao y los roncos gemidos que ahogaba Yan Wushi de vez en cuando. Las estocadas de Yan Wushi eran fuertes y los brazos de Shen Qiao se estaba debilitando, se apoyó en la cama con los codos y esto hizo que Yan Wushi pudiera entrar más profundo. Yan Wushi tomó a su marido de las caderas y lo penetraba intercalando sus rápidos movimientos con otros más suaves y pausados. Sabía lo que le gustaba a Shen Qiao y no desatinaba cuando rozaba su punto dulce. 

Pasaron varios minutos en que los sonidos de placer sonaban en la habitación. Shen Qiao y Yan Wushi terminaron casi al mismo tiempo, Shen Qiao en las sábanas y Yan Wushi dentro de su marido. Ambos extrañaban el placer que sentían estando con el otro. Pasaron varias rondas más, hasta que quedaron pocas frambuesas en el plato. Se quedaron dormidos y muy agotados en la posada, hasta el siguiente día. 

En la mañana, en el Monte Xuandu, los discípulos taoístas preguntaban por su líder. Shen Qiao aún se encontraba dormido en los brazos de su marido. 

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¡Hola! 

Espero que estén bien. Esta vez quise escribir algo un poco más sensual. Ojalá les guste. Cualquier sugerencia o comentario pueden escribirlo. Les agradezco mucho por leer.

P.D. Leí por ahí que las frambuesas negras son buenas para la potencia sexual. Yan Wushi escoge bien sus alimentos, ja, ja, ja

Cuídense mucho <3 

HE ELEGIDO AMARTEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora