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Dos meses después.
Jimin se encontraba arriba de la mesa donde estaban papeles y las tasas de café, que minutos atrás Park había traído para el CEO y los productores, de los pequeños labios del pelinegro salió un pequeño gemido al sentir las manos del castaño tocar sus muslos.
-Jun..Jungkook -hablo con dificultad conteniendo sus gemidos que querían salir de su boca por el placer que estaba sintiendo -Para~ nos…pueden ver.
Trató de alejar al castaño con sus manos pero le fue imposible, ya que el castaño era mucho más fuerte que él.
-No quiero… Te extrañe -beso los labios del contrario por milésima vez.
-Jeon~ para…por favor -suplicó en susurro.
El nombrado bufo y se alejó del pelinegro, miro a su novio como baja de la mesa para arreglar su sudadera.
-Jungkook, no podemos hacer esto ahora nos pueden ver -le recordó mirando a su novio -Pueden despedirme si descubren que me metí contigo.
-Jiminie, lose pero te extraño -se acercó tomando sus manos -El estar ocupado por el nuevo álbum y en otras cosas, no tenemos tiempo para estar juntos -musita -Quiero pasar un tiempo con mi novio aunque sea por un momento -bajó su cabeza cabizbajo.
Jimin lo mira, sabía que su novio le dolía como era con él pero no podía cambiar, si lo descubren lo despiden y no sólo eso si alguien más que no sea la empresa lo descubre pone en peligro la reputación del castaño y no quería eso.
-Jungkook -llamo saltando sus manos -Se que no pasamos tiempo juntos desde que acepte salir contigo pero entiéndeme a mi Jungkook, puedo perder mi trabajo -acotó tratando de hacer entrar en razón a Jeon.
-Siempre pones el trabajo antes que nuestras relación, Jimin -se quejó alejándose un poco de el.
-Jungkoo..
-Está bien -suspiró derrotado -Tendré más cuidado, ¿te parece?
El menor sonrió y asintió se acercó a él dejando un pequeño beso en sus labios para después salir de la sala de juntas.
Jungkook se quedó un momento en su lugar, nunca pensó en tener una relación, ya que no tenía tiempo para eso pero ese pequeño pelinegro se metió en su corazón en tan sólo unos días de conocerse, pero se terminó de enamorar al descubrir que él también era el chico del evento de esa noche.
Pero se preguntarán, cómo terminaron juntos, bueno les contaré.
Dos días después de la entrevista de Jeon, el castaño se encontraba terminando de acomodarse su camisa, ya listo salió del vestidor y se encontró con esos ojos que comenzaba amar desde ayer o desde que lo presentaron ante el.
-Listo -hablo el pelinegro.
-Si, sólo me falta ponerme el saco -señaló.
-Yo te ayudo -se acercó donde estaba el saco, lo tomó y se colocó a Jeon.
