5 - Jugándole bromas pesadas (2/2)

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Luego de haber charlado un rato con Dazai, Oda decidió ir a su habitación para poder descansar de una buena vez.

Se encontró a Ango sentado en su cama esperándolo, miró atento a su pareja unos segundos, luego solo se fue a acostar junto a este abrazándole la cintura de forma tranquila y sumisa. Luego de haberse acostado, notó que el de lentes estaba buscando entre sus contactos a cierta persona.

La verdad es que Ango había elegido ser responsable, no guardarse la información sobre la broma de Dazai y llamar a Chuuya por teléfono para avisarle que Dazai le había dejado una broma.

Buscaba entre sus contactos al pelirrojo de baja estatura. Lo tiene agregado gracias a esas ocasiones en las que Dazai y Oda se embriagan, como Ango no puede solo con los dos, llama a Chuuya como único recurso para pedirle que pase recogiendo a Dazai por el bar, y pues, Chuuya accede y va a buscar a Dazai solo porque no le gusta que este le ande causando problemas a otros.

Por fin encontró el contacto que buscaba. Le marcó, y sólo bastaron tres pitidos para que Chuuya contestara.

—Oye, Nakahara-

DILE A ESE DESGRACIADO QUE LO ANIQUILARÉ APENAS LO VEA Y QUE SE DESPIDA DE SU RESERVA DE VENDAS—gritó Chuuya asustando a Ango y causando que este soltara el teléfono. Incluso Oda escuchó toda la amenaza muy claramente desde su lugar.

El de lentes reaccionó y volvió a tomar el teléfono, pero, antes de que tan siquiera pudiera volver a hablar, Chuuya ya había colgado la llamada. Estaba furioso definitivamente. Ango arrojó el teléfono a la cama y suspiró, entendiendo porqué Odasaku no intervenía entre Chuuya y Dazai: porque solo consigues estresarte al hacerlo.

—Como que ya cayó en la broma...—murmuró Oda viendo cómo su pareja se masajeaba la sien exhausto por unos segundos antes de encararlo con una expresión seria.

—Tú y yo tendremos una seria charla sobre la libertad que le das a Dazai—aclaró Sakaguchi apartando un poco la mano de Oda solo para poder acostarse en la cama a su lado. Apenas estuvo acostado, Oda volvió a envolverlo con sus brazos—. Ah, son más de las tres de la mañana, ¿qué tanto sentido tiene dormir si a la seis nos tenemos que levantar?

Sin darse cuenta, habían perdido horas de sueño que, para trabajadores como ellos, eran valiosas.

A Ango le tocaba trabajar a las siete y media de la mañana, pero había puesto su alarma a las seis para alistar todo e ir a trabajar puntualmente. Por otro lado, Oda sí tenía su día libre, pero igual se levantaría temprano para ir a visitar a los niños y prepararles el desayuno como se lo había prometido en la tarde.

—Tres horas son tres horas, hay que aprovecharlas...

—Sí, lo sé, pero Dazai me quitó el sueño con sus bromas vulgares y sus escándalos sin sentido—contestó Ango recordando las preguntas raras que le había hecho Dazai hace rato con respecto a las cosas privadas e hace con Oda.

Sakunosuke lo miró unos segundos y exhaló lentamente, él no podría dormir si su pareja no lo hace. Decidió recurrir a las soluciones más comunes y típicas.

—Te prepararé un té.—Oda dejó un beso en la frente de Ango antes de levantarse y salir de la habitación.

Caminó por el pasillo con dirección a la cocina, pero se detuvo al notar que la luz de la habitación de Dazai estaba encendida y la puerta entreabierta.

No dudó en acercarse y entrar sigilosamente para ver si de casualidad Dazai se había quedado dormido con la luz encendido. Pero descubrió que no era así y que Dazai estaba muy despierto buscando algo en el clóset.

—La cuerda que escondiste ahí para suicidarte en casos de emergencia fue arrojada a la basura—comentó Oda con su expresión seria. Dazai se tensó al oírlo y rápidamente se dió vuelta deteniendo su búsqueda solo para disimular, cosa que no le resultó.

—Entiendo.—Fue lo único que se atrevió a decir Dazai con una sonrisa nerviosa mientras se dirigía a su cama.

—Y el cloro que escondiste bajo la cama lo gasté lavando la ropa de los niños.

—De acuerdo...

—Y me deshice de todo los demás objetos que escondiste aquí. Nada de suicidios en mi apartamento—declaró el pelirrojo cruzando sus brazos. En esta oportunidad, estaba a un paso adelante de su amigo. Dazai no le discutiría ese tema a Oda, así que resignado solo se acostó en la cama—. Ahora, duerme, es de madrugada y-

—Odasaku...

—Dime.

—Bueno... ¿tú crees... que Chuuya me va a torturar o solo me matará?

Oda lo miró unos segundos pensando. Supuso que Dazai, en esta ocasión en específica, buscó como suicidarse solo para evitar la paliza por parte de Chuuya. Oda suspiró, aún creía innecesaria una gran intervención, solo diría lo más sencillo y claro.

—Un poco de ambos.—Fue lo que terminó diciendo colocando su mano sobre el interruptor de la luz, parado en el umbral de la puerta— Descansa.

Apagó la luz y salió de la habitación.

Maneras de molestar a Chuuya Nakahara [Bungou Stray Dogs]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora