~Cheshire (Arisu / Niragi / Chishiya) Alice in borderland y tu

Niragi~ IV

—¿vives aquí?—

—Sep.—

____ ayudó a Niragi a sentarse en el sofá.

Después de salir de la Playa, la chica discutió con sus amigos sobre qué hacer a continuación.
Como era de esperarse, Arisu no podía estar quieto. Quería seguir investigando sobre el juego y Borderland, mientras que ____ solo quería descansar un poco.

—Me sorprende que hayas decidido separarte de ese tonto.—Niragi se acostó en el sofá.

—Creo que después de todo, ha aprendido a ser más cuidadoso... Le conviene serlo.—____ le hizo señas para que le permitiera sentarse junto a él.

Niragi levantó la cabeza del sofá, dejando que la chica se sentara en el lugar y él pudiera descansar sobre sus piernas.

—... Puedes ir con él si quieres, yo me quedaré aquí.—

—¿de verdad te gustaría que me fuera?—

—Claro que no, odio a ese idiota.—____ sonrió antes de comenzar a peinar el cabello del chico con sus manos—. Pero... Si quieres ir, no te detendré. Sé que tú quieres volver a casa.—

—¿y tú no?—

Niragi cerró los ojos, disfrutando de aquellas caricias brindadas.
Era cierto que en Borderland se sentía un rey, disfrutando de una libertad que en el mundo real no tenía. Hacía lo que quería cuando quería, sin nadie diciéndole nada denigrante. Pero también había cierta cuestión que no podía simplemente ignorar.

—¿puedo cortar tu pelo?—

Ella no se quedaría para ser su reina.

el chico abrió un ojo, mirando la sonrisa que la chica le brindaba desde arriba.

—No.—

—¿seguro? Pero el otro corte te quedaba muy lindo.—el chico sonrió.

—¿te quedarías conmigo si te dejo hacerlo?—

—Estoy aquí contigo, tonto.—

—Me refiero aquí, en Borderland.—

Niragi se reincorporó, sentándose frente a la chica.

—Sugu... sabes que quiero volver a casa. Mis padres... necesito verlos.—

—¿me dejarás apenas puedas entonces?—

—Ven conmigo.—tomó sus manos—. Terminemos nuestros estudios y fundemos nuestro propio grupo de desarrollo, tal y como siempre soñamos.—

Niragi bajó la mirada a las manos que presionaban las suyas.

Nunca voy a cansarme de tocarla, siempre es tan cálida y suave...

—... Lo haré... Con una condición.—

—La que sea, dime.—

Niragi sonrió, mirándola con cierta diversión.

—Serás mi novia, aquí y ahora.—

—Dijiste que me lo pedirías cuando tengamos nuestro estudio.—

—¡falta mucho!—____ sonrió.

—Sugu...—las manos de la chica rápidamente subieron a las mejillas del azabache, quien pasó de un aura burlona a una nerviosa.

—...—

—Desde que te vi aquel día... llorando bajito mientras curaba tus heridas... Y luego sonriendo camino a casa hablando de tu sueño de ser diseñador... Yo cai redondita por ti.—